O lo que es lo mismo, un auténtico tesoro. Fue a mediados de diciembre en la playa de Pedrogão, en el distrito de Leiria. Estaba curioseando los residuos (ese día había bastantes) y me pareció ver que había algo dentro de la botella. La cogí y comprobé que había un papel dentro. Un papel manchado, con pinta de añejo.
No te imaginas la ilusión. Grabamos un vídeo con la historia, que te dejamos aquí.
Si ya lo has visto, no tengas miedo, que ya no te dolerán los spoilers. Era de una chica de 12 años que escribía desde Pensilvania. Un momento ¿Pensilvania está en la costa? No, aunque al lado de un río y pensamos que el viaje de la botella había sido una auténtica odisea. María dejaba un email para que quienquiera que la encontrase le escribiese de vuelta, pero había entrado agua en la botella y había borrado la tinta justo en la zona de su correo electrónico.
Como decía el nombre del colegio y la asignatura, contacté con una profesora por linkedin y después de varios emails rebotados, recibimos el mensaje de vuelta de María, que ya ni se acordaba de esa botella que, según ella, ¡ha viajado más que ella misma!
Los mensajes en botellas tienen algo mágico, alguien lo escribe y lo lanza sin saber quién, cuándo ni dónde lo recibirá ni si esa persona hablará su idioma o le resultará inteligible. A mí me parece que es como un voto de esperanza a la humanidad.
La botella con el mensaje más antiguo que se conoce, lo encontró Tonya Illman en 2018 y estaba fechado en 1886, ¡habían pasado 132 años! Lo envió el observatorio naval alemán para estudiar las corrientes.
Con este fin, muchos oceanógrafos hicieron lo mismo en el siglo XX. Curtis Ebbesmeyer es un experto en cómo viajan los objetos a través de las corrientes marinas y el que estudió concienzudamente el caso del vertido de los patitos de goma de 1992.
Por cierto, la web tan chula que hace las simulaciones de dónde va la basura si clicas en cualquier punto del mapa es https://plasticadrift.org/
En fin, que aunque esta botella no venga de tiempos remotos, nos ha encantado encontrarla y contactar con María desde el otro lado del Atlántico.
¿Alguna vez has encontrado una botella con un mensaje dentro? Cuéntanos.
