Hacer 16 kilómetros en bicicleta entre el tráfico de una gran ciudad para comprar papel higiénico sin empaquetar en plástico no tiene lógica, lo mires por donde lo mires. Cuando salí de casa pensé en pasarme por el supermercado más cercano y comprar el primero que encontrase, pero después me di cuenta que llevábamos más de tres años sin hacer esto (nosotros utilizamos bidé, el papel lo tenemos para los invitados), así que sentí que era como una traición a nosotros mismos. Aunque normalmente cualquier disculpa me suele parecer buena para montar en bici, ese día no me apetecía. Por el camino no paraba de darle vueltas a la cabeza, de preguntarme si lo que estaba haciendo tenía algún sentido y… aunque la respuesta era que no, algo por dentro me lo impedía comprarlo con plástico.
En este viaje en bici se me vinieron a la cabeza muchas imágenes. Vi como unos días antes una “persona” que iba por la calle delante mío tiraba una lata de bebida al suelo sin inmutarse, como si fuera la acción más natural del mundo, el suelo lleno de colillas en la entrada de mi trabajo, los contenedores abarrotados de basura de mi barrio, supermercados llenos de personas comprando comida sobreenvasada por comodidad sin plantearse si hay alguna otra opción, compañeros de trabajo utilizando ocho o diez toallitas de papel para secarse las manos (les recomendaría ver este video), personas comprando cosas inútiles por aburrimiento, muchos periódicos que ni siquiera tienen una sección de medio ambiente, políticos debatiendo durante meses sin tomar las medidas oportunas… Y aún sabiendo que, por mucho que como consumidor haga, no voy a cambiar el mundo, se me vino a la cabeza una frase que había escuchado no recuerdo dónde: “No uses la indiferencia colectiva como justificación para tu propia indiferencia.”
Y así es, que el resto de personas hagan lo que crean conveniente pero, por favor, que no influyan en nuestras decisiones. Puede que lo que hagamos no tenga importancia, pero no podemos dejarnos llevar y seguir consumiendo de “forma normalizada”. Cuando intentamos llevar una vida sostenible, parece que el mundo se pone en nuestra contra, tenemos que hacer kilómetros cuando el resto hace metros y esto puede apagar todas nuestras buenas intenciones. Hace poco leímos un estudio (del que no hemos encontrado el enlace) sobre la importancia de sentirse arropado. Si creemos que solo somos nosotros los que estamos haciendo algo por el bien común, acabamos abandonando (hemos tenido ese sentimiento muchas veces en nuestra vida). No estamos solos, cada día somos más los consumidores responsables, pero aunque no lo fuera seguiría mereciendo la pena. Hacer kilómetros en bici para comprar papel higiénico no tiene ningún sentido, pero tampoco tiene sentido quedarnos paralizados viendo cómo el planeta se desmorona porque pensamos que somos demasiados pequeños para conseguir algo. Además, aunque solo sea por la sensación de que estar haciendo algo, de tener el poder de conseguir que las cosas cambien, ya merece la pena.
29 comentarios
Comparto tanto este pensamiento! En cada viaje extra que hago, en cada petición de «sin bolsa sin bolsa por favor», en la pila de tappers para fregar cada noche, en cada discusión perdida… pero seguiremos fieles a nuestros principios… poco a poco.
¡Hola Ana!
Claro, no nos queda otro remedio. Si vamos en contra de nuestros principios, estamos perdidos.
¡Saludos!
¡Me ha encantado vuestro artículo! Lo comparto :)
Yo guardo mis residuos compostables en cubos con tapa, que luego vacío en la compostera familiar, que está en el campo. Y sí merece la pena. Y seguiré haciéndolo.
Un abrazo enorme,
¡Hola Ire!
Qué alegría verte por aquí :) Tienes suerte de que tu familia tenga compostera, nosotros estamos probando a hacer vermicompost en casa y la verdad es que nos hace mucha ilusión ver todo el proceso.
¡Un abrazo!
Hola!! Yo también soy una rara avis, lo mejor es que después de unos años de ir cambiando poco a poco, estoy concienciando a mi alrededor, y eso me anima, cada vez somos más!!
¡Hola Berta!
¡A nosotros también nos ha pasado! Las mismas personas que al principio nos miraban raro ahora nos preguntan cómo hacer esto o aquello y nos hace muchísima ilusión :)
Epa! La verdad es que si no fuera por blogs como el vuestro esa sensación de soledad de la que habláis sería enorme. Yo comparto piso desde hace años y abrir la nevera y ver más envoltorios que comida o llegar a casa y encontrar la mitad de las luces dadas hace que te plantees si no estarás obsesionándote con una tontería. Total, ya estamos perdidos. Pero bueno, es mi forma de vivir y es tan válida como la de cualquier otro. Me hace feliz ver que la bolsa amarilla sigue vacía después de días y días cuando mis compis se van de vacaciones jejeje. ¿Una tontería para mucha gente? Pues a lo mejor, pero al menos una tontería práctica. Un saludo y a seguir así!!
Hola Javier,
Muchas gracias por tus palabras, nos alegra aliviar esa sensación de soledad, aunque sólo sea virtualmente. Cuando compartes piso es más complicado pero ten en cuenta que esa basura no es tuya y seguro que ahora pasan de ti pero en un tiempecito empiezan a pedirte consejo o a hacer cambios ellos mismos ;)
¡Un abrazo!
Ir a comprar productos de limpieza a granel con mis botecitos al centro de Madrid con el carrito en un metro a rebosar también hace pensar a mi familia y amigos que hago tonterías. Pero es esa sensación que dices de sentir que estás haciendo algo para que las cosas cambien ¡lo que me empuja! Gracias por el blog.
¡Hola Sara!
Es verdad, la mayoría de la gente ve hacer cualquier esfuerzo extra como algo de gente rarísima. Al final hay que seguir haciendo las cosas como creamos que nos merece la pena y como nos sintamos mejor.
¡Un abrazo!
¡Ay, cómo os entendemos los que os dejamos comentarios y estamos en esta lucha! Aunque la verdad es que a mí cada vez me da más igual lo que hagan los demás. Yo voy a lo mío porque sé que es lo correcto y simplemente voy dejando caer de vez en cuando la monserga. Y algo va calando entre familiares y amigos. Por una parte creo que ya no hay solución, que vamos hacia el desastre (aunque Harari dice que nunca se puede saber por dónde va a tirar la historia, que no sabemos si estamos a la puerta del desastre medioambiental o del milagro tecnológico) pero por otra tengo cierta esperanza (y eso que he visitado Valdemingómez…) Hace sólo unos pocos años era imposible encontrar ciertas cosas a granel o sin plástico, ahora parece que va habiendo más sitios. Quizá dentro de poco ya no tengamos que recorrer kilómetros para que nuestros invitados dejen su culo reluciente.
Sólo rectificaría una cosilla de vuestra entrada. No es que el resto haga metros, es que incluso la cosa se queda en centímetros: los que hay que recorrer con la mano para coger el ratón, hacer clic y que te manden la compra a casa con sus buenos envoltorios de plástico.
Para terminar, dos ideas. Me fijo en los sacos de plástico en los que llegan los productos a las tiendas a granel y sueño con el día en que se imponga un sistema de contenedores de acero inoxidable (algo así como los contenedores TIR) en los que se transporten las mercancías desde los productores hasta las tiendas.
La segunda idea es un SDR (Sistema de Devolución y Retorno) de andar por casa. Cuando ves a alguien que tira una lata, la cojes y se la tiras a la cabeza. Cuando se vuelve, miras rápidamente hacia arriba mientras silbas con una nota muy gorda, como los personajes de Ibáñez. Tiene una variante para los que tiran colillas que es muy apta para el invierno: la recojes del suelo y se la metes en la capucha sin que se entere.
¡Ánimo, nosotros somos más guapos!
Jajajaja, nos ha encantado tu sistema SDR de latas y colillas. Creemos que sería muy efectivo si todos empezásemos a practicarlo.
Nosotros no creemos que la tecnología venga para salvarnos el culo pero los movimientos sociales como el que ha iniciado Greta Thunberg nos dan esperanza en que aún estamos a tiempo de cambiar las cosas.
Hay muchas cosas por mejorar y esperamos que vayamos viendo esos cambios poco a poco.
¡Un abrazo y gracias por los ánimos! ;)
Claro que no estan solos, a mi me pasa en mi pais parece que nadie se da cuenta de lo mal que va el medio ambiente y todos me miran raro cuando rechazo bolsas o pajilla, pero quiero que mis hijos tengan una naturaleza de la que disfrutar. Muy bonito blog
Gracias por tus palabras Karen, la verdad es que somos muchos pero a veces estamos muy dispersos por el mundo.
¡Un abrazo!
A veces hay dias en los que quiero tirar la toalla con ciertas cosas porque, como habeis dicho, encima de hacer cosas más saludables para el medio que nos rodea y para nosotros, hacemos un esfuerzo extra e incluso una inversión más alta que correr a la tienda de la esquina a comprar lo que necesito super envueto en plástico. Menos mal que otros me levanto más guerrera y hago triple esfuerzo sin casi darme cuenta ajjajaja.
Un abrazo gigante parejita, sois encantadores.
¡Hola Patricia!
Todos tenemos días en que nos levantamos con la moral baja y que nos planteamos si todo esto tiene algún sentido. Nosotros no les solemos dar importancia, los dejamos pasar. Eso sí, intentamos no comprar nada en esos días. Y si queremos comprar algo, nos decimos: «si mañana o pasado mañana me sigue apeteciendo comprar ese algo lo compro». Al día siguiente ni nos acordamos, o nos levantamos más guerreras (como dices). Por suerte esos días son muy pocos.
¡Muchas gracias por tus palabras!
¡Un abrazo!
Hola! Llevamos años cewyendo ser algo sostenible, pero con bebé de dos años y embarazada ahora nos hemos tirado a la vida cómoda con salvedades peroooo hasta hace una semana no nos hemos hecho el juramento de hacerlo en serio Así que Viviremos sinplastico, sin residuos. Vamos, sois una de mis modelos a seguir. Y cuando las fuerzas nos o me flaqueen recurriré a vosotros, a vuestra web, a vuestro libro o rrss. Sentirse en comunidad y no estar solo en ésta batalla es importante para no tirar la toalla. Sobre todo cuando todoooo nuestros entorno bromean y desprestigia nuestros esfuerzos ufff…temazo. Muchas gracias por compartir vuestra manera de vivirsinplastico
Hola Isa,
Qué alegría leer eso. Es verdad que es muy importante sentirse acompañado para no acompañar porque muchas veces viendo cómo funciona el mundo entran ganas de tirar la toalla. Pero si tienes hijos tienes una motivación mucho mayor ;)
Un abrazo y para cualquier cosa, ya sabes dónde estamos.
Puede parecer que los que nos preocupamos por la naturaleza somos una gota en un océano. En realidad somos más, pero no nos conocemos entre nosotros :-) Yo misma llevo años tratando de vivir prescindiendo de objetos de un solo uso, comprando a granel, reutilizando envases, haciendo mi propio jabón… Al principio era la rara de la família y del barrio. Ahora cada vez veo más gente interesada en estos pequeños gestos. A veces te desanima la falta de recursos, el tiempo extra que conllevan o el poco apoyo del entorno más próximo. No pasa nada, todos podemos tener un mal día. Un respiro, un momento de reflexión u evasión (lo que necesites) y a seguir viviendo!
¡Hola Anna!
Así es. Hay que saber convivir con los «malos días». Y cuando haces las cosas con corazón ese sentimiento se acaba esfumando en muy poco tiempo.
Sí,¡cada vez somos más! Seguimos siendo raros, pero ya no tanto.
Muchas gracias por tu comentario.
¡Un abrazo!
Hola!
Qué tal? Enhorabuena por vuestro magnífico proyecto. Sí, yo también soy una de esas personas frikis y radicales que intentan ser consecuente y agradecido con la vida. No estamos solos, aunque sí dispersos de momento. Proyectos como el vuestro son muy muy importantes para todas las personas, para aquellas que aún creen en la tierra plana e infinita y tambié para aquellas como yo que practicamos este arte de la sobriedad, este desafío del decrecimiento. A mi me sirve mucho porque, como otras personas, aprendí a dudar de mi mismo, aprendí a desconfiar de mi mismo y a dejarme llevar por la corriente, por la fé en el progreso (que también afecta a ateos y agnósticos). Sí, también nuestro mundo interior se puede basar en pensamientos y sentimientos de usar y tirar.
Me encantaría que echarais un ojo a nuestro proyecto (www.resonante.org) porque comparte muchos paisajes con el vuestro: construimos nuestros propios instrumentos musicales a partir de residuos y hacemos talleres para difundir el gusto por una vida más sencilla, humana, menos intensa y más profunda.
Un abrazo mu mu gordo. Sois muy importantes para nosotros! Os queremos mazo!!
¡Hola Ferran!
Muchas gracias por tus palabras. Es verdad que es muy cómodo dejarnos llevar por la corriente y dejar de tomar la responsabilidad de nuestras acciones. Por suerte, por lo menos en nuestro caso, llega un momento en el que despiertas y que te das cuesta de lo absurdo que es todo, y que merece la pena el esfuerzo extra de ir a contracorriente.
Vuestro proyecto tiene una pinta estupenda.
¡Un fuerte abrazo!
disculpen mi pregunta, ¿si compro productos envasados con plastico que posteriormente deposito en el contendor amarillo, sería una medida intermedia? gracias
¡Hola Tere!
Eso sería mejor que tirarlos al contenedor de restos, por supuesto. El problema es que el plástico se recicla muy mal. Te dejamos aquí un artículo que escribimos hace tiempo sobre el tema.
Esperamos que te sirva.
Hola, me encanta vuestra forma de vida, yo estoy empezando en ello y espero conseguirlo, también concienciando a la gente de mi alrededor. Organizamos limpiezas de nuestro entorno, en donde comprobamos la cantidad de plástico y residuos que generamos… Me gustaría utilizar la frase que has puesto para acompañar la iniciativa.
“No uses la indiferencia colectiva como justificación para tu propia indiferencia.”
Es muy buena y además define mucho el problema que tenemos, por los comentarios que me hace la gente sobre la limpieza de las zonas.
Muchas gracias y mucha fuerza…. un pequeño gesto puede ser un gran movimiento…. (no es mía, pero también me gusta)
Hola Sonia,
Qué bien que estés empezando en este camino. Es muy gratificante.
Esperamos que vayan muy bien esas recogidas.
Un abrazo.
Buenas,
Primero, felicidades por el blog y por todo lo que habéis llegado a conseguir.
Llevamos un tiempo planteándonos (mi pareja y yo) lo de reducir lo máximo posible el consumo de plásticos. Vivimos en una ciudad relativamente pequeña y nos es muy difícil encontrar sustitutos. Lo de los rollos de papel ni de coña. Hemos visto por internet que los venden sueltos y los envían en cajas sin plástico pero son bastante caros y no se si al final traerán algún plástico. Os parece buena idea?
Muchas gracias, Ángel :)
Puedes escribir a la tienda y preguntar lo del plástico. Probadlo a ver si os gusta y merece la pena. Nosotros al final ya casi ni lo usamos. Te dejamos una entrada donde hablamos de las alternativas al papel higiénico por si te sirve.
De todas formas, es algo muy personal, con lo que os sintáis más cómodos y esté dentro de vuestro presupuesto.
¡Un abrazo!
¡Hola!
Me encantan vuestros artículos y vuestra manera de vivir sin plástico. He visto que habéis conseguido muchas cosas ¡y lo que os queda!
Sois pura inspiración!! :)