Otra vez más aquí estamos con el recuento de los plásticos que hemos desechado durante este mes. Son plásticos tanto reciclables como no reciclables, todos acaban en el mismo bote que, como es normal, cada vez tiene menos hueco. Al lío:
Recuento de plásticos
Patri
- 1 precinto de un tarro miel. Estaba tan pegadito y era tan transparente que no me di cuenta aunque, a decir verdad, de haberlo visto, lo hubiese acabado comprando igual.
- 1 precinto de un bote de vitaminas. Venía dentro de una caja y no se veía lo que venía dentro. Lo moví como si fuera un sonajero vara comprobar que era de vidrio (¡y acerté!) pero pocas deducciones más pude sacar.
- 2 precintos exteriores. De la misma caja del bote de vitaminas, muy bien sellado. El tapón también es de plástico, por lo que aparecerá en unos meses.
- 4 pegatinas de frutas. Y son pocas.
- 11 chapitas de cervecitas y bebidas varias. Para ser sinceros, hemos perdido la cuenta de las chapitas que llevamos este mes. Cuando nos tomamos algo no solemos pedir la chapa (la mayoría de las veces vienen las botellas abiertas y aunque intentamos ir contándolas para añadir al bote alguna de las que recogemos, a veces se nos va la cuenta. Pero bueno, dos arriba dos abajo, más o menos son éstas).
- 1 precinto exterior de una botella de salsa de soja. En enero dije que me duraba un año… Estoy más enganchada de lo que pensaba. El tapón y dosificador de la botella antigua lo quité y lavé con mucho cuidadito pero la verdad es que no sé donde lo puse. Imagino que aparecerá por ahí en algún momento, entonces lo meteré en el tarrito.
- 1 precinto interior de la misma botella.
- 1/2 envoltorio de una tarjeta SD. En la playa, con un atardecer precioso, sacamos la cámara y… «no hay tarjeta de memoria» Estuvimos dudando si comprar una o vivir sin fotos durante una semana pero al final nos pudo el fotógrafo que llevamos dentro. Pensamos partirlo por la mitad pero, como Fer es muy generoso, se ofreció a guardarlo entero en su bote que tiene más espacio que el mío.
Fer
- 11 plásticos del interior de las chapas. Muchos días de vacaciones en la playa con muy buen tiempo, con sed y ganas de fiesta.
- 3 precintos de botella de vino. Otra de las cosas en las que mucha veces no caemos en la cuenta de que son de plástico. Parecían de aluminio, pero no pasaron la prueba de fuego, al pasarles el mechero se rizaron y olían a plástico quemado.
- 1/2 envoltorio de una tarjeta SD.
Y esto ha sido todo durante este mes. Si no hubiera sido por las bebidas apenas habríamos tenido nada. Así que el mes que viene intentaremos tener un poco más de cuidado con nuestros vicios, porque además no nos gusta utilizar tanto vidrio.
Quedan dos meses para acabar el año y, aunque no queremos cantar victoria todavía, creemos que los tarros van a aguantar hasta diciembre sin estar hasta los topes, o eso esperamos. Lo que en un principio no teníamos nada claro que pudiéramos conseguir al final parece que puede ser posible. Aunque no podemos descuidarnos ni despistarnos, sobre todo porque queda el mes de diciembre, que es un mes muy complicado en cuanto a los residuos se refiere.
No lo pensamos muy a menudo, pero la verdad es si hace un par de años nos hubieran dicho que todo los desechos plásticos que generaremos en un año iban a caber en un frasco nos hubiera costado creérnoslo. Y si nos hubieran dicho que es mucho más fácil de lo que parece tampoco nos lo hubiéramos creído. Pero en realidad una vez que empiezas y pillas el truquillo todo se vuelve de lo más sencillo :)
2 comentarios
El otro día tuve una especie de iluminación con lo de las chapas de cerveza… ¡usarlas como godets para sombras de ojos ya sea en crema o en polvo! Si te haces cosméticos caseros son la mar de útiles y mis suegros tienen un bar así que imagino que las que no use mi suegra para manualidades me las quedo yo.
Hola Bambú,
¡Muy buena idea! Imaginamos que teniendo un bar a tu suegra le sobrará alguna que otra ;)
Un saludo