Esta botella de agua con caracteres chinos la encontramos en una playa de la costa atlántica de la península.
Encontramos muchas botellas de países lejanos por toda la costa, seguramente procedentes de los buques mercantes. La zona atlántica de la península es muy transitada.
Aunque lo más común es encontrar botellas de agua de procedencia más cercana. Están por todos lados. Son uno de los productos que se encuentran con mayor frecuencia en la playa.
Según una encuesta de la OCU el 41% de los españoles bebe habitualmente agua embotellada. Y un 70% compra agua embotellada. A nosotros este porcentaje nos parece una auténtica barbaridad.
Un estudio del Instituto de la Salud Global de Barcelona señala que el agua envasada es 3.500 veces más contaminante que el agua del grifo.
El sector del agua embotellada representa sobre el 35% de las botellas de plástico PET que se producen.
Otro estudio de la United Nations indica que cada litro de agua embotellada es entre 150 y mil veces más cara que el agua del grifo.
Además, el agua embotellada da una falsa sensación de ser más pura. En los años 70 las empresas de agua embotellada empezaron a meter miedo con la calidad del agua del grifo, utilizando brutales campañas de marketing.
Por aquel entonces casi nadie se planteaba pagar más por algo que tenías al abrir el grifo, se veía ridículo. Así que utilizaron el miedo como herramienta, cuando las empresas embotelladoras pasan menos controles que los servicios públicos de agua
Así que es mejor optar por agua de grifo. Más sencillo y más sostenible.
Por cierto, recuerda que en España es obligatorio que los establecimientos de hostelería ofrezcan agua de grifo.
El artículo 18.3 Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular dice literalmente: “Con ese mismo objeto, en los establecimientos del sector de la hostelería y restauración se tendrá que ofrecer siempre a los consumidores, clientes o usuarios de sus servicios, la posibilidad de consumo de agua no envasada de manera gratuita y complementaria a la oferta del mismo establecimiento”
Hay personas a las que les da vergüenza pedir agua de grifo (a nosotras mismas hace años), pero hay que superarlo y pedirla con orgullo.
Uno de los gestos más sencillos para reducir el uso de plástico es beber agua de grifo.
Si no te gusta el sabor siempre puedes utilizar un filtro, que es mucho más sostenible que el agua envasada.