Hace tiempo nos sorprendía mucho encontrar cartuchos de caza en la playa. ¿Quién caza en la playa?, nos preguntábamos?
Hace ya años que dejó de sorprendernos. Encontrar cartuchos en la playa es de lo más habitual. En el norte de España y en Portugal los hemos encontrado por todos los lados.
Bueno, lo que encontramos es la vaina, un elemento cilíndrico de plástico de polietileno que envuelve a los elementos que componen un cartucho.
Y también otra parte de cartucho: el taco. Esta es la parte interna del cartucho que hace de separación entre la pólvora y los proyectiles para que no se produzca contacto entre ellos, que también es de plástico.
Según la Ley 2/2011, de 17 de marzo, de Caza, arrojar o abandonar en el monte o el campo las vainas de los cartuchos usados, u otros residuos se considera una infracción grave.
«Las infracciones graves se penalizarán con multas de 501 a 2.000 euros y anulación de la licencia e inhabilitación para obtenerla por un periodo comprendido entre uno y tres años».
Está claro que muchos cazadores se están saltando esta ley.
En algunos lugares nos han comentado que a veces se celebran campeonatos de tiro al plato en la playa, pero este no es el principal motivo por el que encontramos tantos.
Los cartuchos flotan, por lo que es muy fácil que el viento y la lluvia los arrastren a los ríos y que de estos lleguen al mar. Este creemos que es el principal motivo de que encontremos tantos.
En el medio ambiente estos cartuchos pueden permanecer muchos años, ya que son muy resistentes. Con el paso del tiempo se convertirán en microplásticos.
Todo está mucho más interconectado de lo que pensamos, aunque los residuos que se tiren tierra adentro muchos de ellos pueden acabar en el mar.
Lo que ocurre con los cartuchos ocurre con más objetos. Es hora de que tomemos acción colectiva para detener la contaminación en nuestras playas.
