En 2020, un estudio encontró por primera vez microplásticos en la placenta humana. Éste sólo analizó 4 placentas, aunque encontró plásticos en todas ellas. Ahora, otro estudio realizado por la Universidad de México ha confirmado la presencia de microplásticos en placentas humanas. Han analizado 62 placentas y han encontrado plásticos en todas ellas.
Las concentraciones van de 6.5 a 790 microgramos por gramo de tejido. Para que os hagamos una idea, un microgramo es una millonésima de un gramo.
El plástico más encontrado ha sido el polietileno, en un 54%, y que estaba presente en casi todas las muestras. Es un plástico muy común que, entre otras cosas, se utiliza para el envasado de alimentos, botellas y bolsas.
Después están el PVC y el nailon, que entre los dos suponen un 10% (el PVC es de los polímeros más perjudiciales para la salud). Y en el 26% restante lo forman otros nueve polímeros.
Esto se debe, porque aunque se dejase de producir plástico desde hoy, todo el plástico que ya está con nosotros y el que está abandonado en el medio ambiente seguirá degradándose y con el tiempo convirtiéndose en microplásticos.
La llegada de microplásticos a la placenta humana representa una señal clara de que la proliferación descontrolada de plásticos tiene repercusiones directas en la salud humana y el medio ambiente. Deja claro que debemos replantearnos nuestra relación con el plástico.