El pasado mes de marzo se aprobó la nueva ley de residuos y suelos contaminados para una economía circular. Una de las novedades es que a partir del 1 de enero de 2023 habrá un impuesto para todos los envases de plástico no reutilizables. Este impuesto es de 0,45 euros por kilogramo de plástico.
Asociaciones empresariales y agrarias han pedido al Ministerio retrasar un año la entrada del impuesto dada la situación económica actual, con el aumento de los costes de producción y la inflación.
Desde hace unos meses no paran de publicar noticias con titulares alarmistas sobre cómo va a afectarnos esta medida fiscal: “El impuesto del plástico desbocará el precio de los alimentos en el 2023”, “El impuesto al plástico hará que la cesta de la compra suba un 7% más” o “El impuesto al plástico amenaza con subir el precio de los alimentos”.
¿Cuánto en realidad puede afectar este impuesto a los precios?
Todo va a depender del peso del envase. Pero hemos según nuestros cálculos, no mucho:
- Los típicos productos alimenticios que vienen en una bolsa de plástico, como pasta, frutos secos o legumbres, la subida no se debería notar. Este tipo de envases pueden pesar menos de 10 gramos, por lo que será menos de medio céntimo.
- Otro tipo de envases, como por ejemplo una botella de agua de 1,5 litros, que pesa con el tapón incluido unos 30 gramos, subiría algo más de un céntimo.
- Los envases más pesados, como las típicas botellas de suavizante o de detergente, suelen pesar de 60 a 75 gramos, así que subirían unos 3 céntimos.
Eso sí, hay que tener en cuenta que la mayoría de los productos llegan a las tiendas y supermercados en pallets y, para que no se caigan los productos, se protegen con film de plástico. A este tipo de film también le va a afectar el impuesto, pero no debería influir mucho en el precio de los productos.
Nunca es una buena época para subir los impuestos, pero también debemos de entender que el objetivo es la prevención de residuos y la circularidad del plástico.
Los plásticos reutilizables y los envases hechos de material reciclado están exentos de este impuesto. Tampoco se gravan los medicamentos y productos médicos.
¿Qué podemos esperar que ocurra tras la entrada en vigor del impuesto? Sobre todo esperamos que se utilice más plástico reciclado.
Todo lo apoyamos en el reciclaje, pero después apenas hay envases de plástico reciclado.
Por aquí nos encantaría que este impuesto ayudara a que los productos a granel tomaran más protagonismo, pero lo dudamos. Eso sí, esa misma ley va a obligar a las todas las superficies mayores de 400 metros cuadrados a destinar al menos el 20% de su área de ventas a productos sin embalaje primario, como la venta a granel o en envases reutilizables.
Todas las medidas medioambientales siempre se consideran poco urgentes, en muchas ocasiones tratan de posponerlas. Siempre hay algo más importante con lo que lidiar, pero tenemos que comprender que en un futuro quizá nos arrepintamos de todas las medidas que pudimos tomar y no tomamos.
Lo que no tiene lógica es normalizar que las empresas repercutan el impuesto sobre el consumidor en lugar de intentar cambiar sus envases por unos más sostenibles
Ojalá que toda la energía que se pone en evitar las medias medioambientales se pusiera para buscar soluciones más creativas y sostenibles.