¿Qué tiene de malo Amazon?, nos preguntan a veces cuando recomendamos tiendas más pequeñas para comprar «básicos» para empezar a reducir residuos. Una entrada no da para contar todo lo malo de este gigante, daría para escribir un libro, pero sí te podemos explicar por qué Amazon no es una buena opción para reducir los residuos.
Se pasan con el embalaje
A finales del año pasado Oceana publicaba un informe en el que decía que Amazon había generado más de 211 millones de kilos de embalaje de plástico en 2019. Sólo con las almohadillas de aire enlazadas se podrían dar 500 vueltas a la Tierra. Amazon se defendió y dijo que los datos estaban abultados, que sólo generaban un tercio de esa cantidad. Aún si creyéramos su palabra, que no es el caso, seguirían siendo más de 70 millones de kilos de plástico ¡Sólo en embalaje!
Además, según este estudio, Amazon cada vez está usando más plástico para embalar sus envíos y está reemplazando el uso de otros materiales alternativos porque el plástico pesa menos y quiere reducir su huella de CO2 pero ¡no tienen en cuenta su huella plástica! Se escudan, cómo no, en el reciclaje pero lo cierto es que el plástico que usan tiene muy poco valor en el mercado, por lo que normalmente acaba en vertederos o incinerado.
Lo cierto es que la solución está en sus manos. Han diseñado un sobre ultraligero para reducir el uso de cajas y de sobres de plástico. Además, en India dejaron de enviar paquetes envueltos en plástico en un tiempo récord (ejem, les obligaron por ley). Entonces, ¿por qué no se ponen las pilas y comienzan a hacer cambios de este tipo a nivel global? Porque no quieren.
Por cierto, a colación de esto, os recomendamos este vídeo muy simpático del programa War on Waste de Reino Unido en el que Hugh Fearnley–Whittingstall intenta razonar sobre el tamaño excesivo de unas cajas en un almacén de Amazon.
Destruyen productos nuevos
En 2019, Capital, un programa de la televisión francesa, coló a periodistas en almacenes de Amazon y reveló cómo tiran miles de productos sin usar al vertedero o la incineradora. Este programa calculó que tiran unos 3 millones de productos nuevos al año. ¿Por qué ocurre esto? Muchas veces, almacenar los productos que creen que no se van a vender tan fácilmente les cuesta más caro que deshacerse de ellos.
Además, como a través de Amazon venden otros muchos proveedores, si algunos productos no se venden en el tiempo estimado, les resulta muy caro mantenerlos en sus bodegas o pedirles que los envíen de vuelta a sus países de origen. Imaginamos que esto pasará especialmente con productos muy voluminosos, pesados o baratos.
También destruyen las devoluciones
Marketplace, un programa de televisión canadiense, comprobó que también destruyen las devoluciones. Compraron 3 productos de la web, les metieron un gps para rastrearlos y los devolvieron para ver que ocurría. Efectivamente, acabaron en vertederos o en empresas de “destrucción” de residuos.
En este vídeo (también en inglés) se tratan más extensamente el tema.
Y además…
Todo esto es simplemente en relación a la basura que generan, pero hay otros muchos motivos por los que deberíamos plantearnos seriamente si seguir comprando en Amazon:
Se carga el pequeño comercio. Está claro que las condiciones que tiene Amazon en cuanto a rapidez de entrega y compra, devoluciones y precio, los pequeños comercios no pueden igualarlas. Esto hace que cada vez haya menos diversidad y Amazon se vaya comiendo empresas más pequeñas y sostenibles.
Genera grandes emisiones de Co2. Cualquier comercio online conlleva más emisiones al tener que transportar el paquete la llamada “última milla”, es decir, hasta nuestra casa. Lo malo es que Amazon, desde que comenzó su política de devoluciones gratuitas, ha hecho que éstas aumenten muchísimo ya que muchos clientes compran, por ejemplo, varias tallas de una misma prenda, sabiendo de antemano que van a devolver las que no les estén bien. En 2018, las emisiones de Amazon fueron de 44,4 millones de toneladas de CO2 y las de 51,17 millones en 2019. Son superiores a las de 9 países de la UE juntos. Y esto que aún no han llegado los cálculos del año pasado, que por la pandemia aumentaron muchísimo las ventas en esta plataforma.
Malas condiciones laborales. Mucho se ha hablado de las malas condiciones de los trabajadores de Amazon, que tienen que realizar un trabajo muy físico y están constantemente vigilados. Todo esto se vuelve siniestro si tenemos en cuenta que el sueldo de Jeff Bezos es 1,2 millones de veces superior al de los trabajadores de sus almacenes. Y que con ingeniería fiscal han conseguido que hacienda llegue a devolverles 117 millones de dólares. Es decir, que este modelo sólo incrementa las desigualdades sociales, haciendo a unos cuantos obscenamente ricos a base de explotar a una mayoría y evitar pagar los impuestos que podrían ir a mejorar los servicios públicos de la población general. Según Forbes, Jeff Bezos es el hombre más rico del mundo por tercer año consecutivo, con un patrimonio de unos 113 mil millones de euros. En serio, ¿cuántas vidas tendría que vivir para gastar tanto?
No vamos a seguir pero creemos que te haces una idea. El principal problema que le vemos es el tamaño. Una empresa que en 2019 realizó unos 7000 millones de envíos (más o menos la población humana) y es prácticamente imposible que sea sostenible. En la sostenibilidad juega un papel muy importante mantener los negocios y servicios a escala humana. Es muy difícil que una empresa tan gigantesca como Amazon pueda tener un control sobre tantos aspectos que van más allá de las cifras porque, si no, nunca hubiese crecido tanto.
Así que, si estás empezando a reducir tus residuos, ten también en cuenta la basura que genera la empresa donde compras. Ya hay tiendas pequeñas (muchas online) que tienen los productos que necesitas y además son respetuosas con las personas, la economía, la sociedad y el medio ambiente.
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2 comentarios
Incluyo como alternativa a Amazon también el mercado de segunda mano, muchas veces tenemos cosas muy interesantes, nuevas, incluso sin estrenar a muy buenos precios, y esto es super sostenible, ya que los productos «ya están fabricados» y tarde o temprano se tirarán igualmente.
Yo lo que hago muchas veces es comprar algo de segunda mano, y con la excusa dar un paseo o una vuelta con la bici, pero volvemos a lo de siempre, todos tienen prisa para luego ver la serie/peli de turno.
Hola Daniel,
Por supuesto, antes de plantearnos comprar nada, en pequeño comercio o Amazon, deberíamos preguntarnos si nos hace falta y en ese caso, buscarlo de segunda mano. Cada vez hay más aplicaciones para vender cosas que no queremos. Es sólo cuestión de darnos un tiempo. Como dices, las prisas son lo peor para las compras insostenibles. Normalmente no hay nada tan urgente que necesitemos ya.
Gracias por tu aportación,
¡Un abrazo!