Hace mucho que no compramos productos de limpieza convencionales y la verdad es que ya no nos fijábamos en ellos, ni en sus etiquetas con ingredientes tan incomprensibles. Pero la semana pasada estuvimos de vacaciones en la playa, en una casa por la que pasamos varias personas al año y donde se acumulan productos de limpieza varios. Al mirar la etiqueta de un lavavajillas tan popular como “Fairy” leímos algo que nos sorprendió mucho: “Nocivo para los organismos acuáticos, con efectos nocivos duraderos”
Estando tan cerca del mar con producto así en las manos nos costaba creer que fuera cierto lo que estábamos leyendo, ¿cómo es posible que un producto que está diseñado para irse por el desagüe pueda ser nocivo para organismos acuáticos? Pero sobre todo, ¿por qué está permitido? No hay necesidad alguna de utilizar un algo así, se pueden encontrar infinidad de lavavajillas que, aunque también contaminen, por lo menos no sean tan nocivos. Además, hay lavavajillas ecológicos y hasta los puedes hacer tu mismo utilizando sólo jabón casero.
Nos sorprendió tanto que nos pusimos a comprobar la etiqueta de todos los productos que nos encontramos y el resultado no nos gusto ni un pelo. De 21 que había, 7 eran nocivos y 2 tóxicos para organismos acuáticos: un detergente para la ropa (que para más inri venía en monodosis envueltas en plástico), un lavavajillas, un desengrasante, un limpiahornos, un fregasuelos, un quitamanchas para la ropa, un limpiador de vitrocerámica y dos insecticidas (de los que tampoco esperábamos menos).
Tras investigar un poco por internet descubrimos que este tipo de indicaciones se las conoce como las frases H (por hazard, en inglés, peligro) y que describen los peligros de una sustancia o una mezcla. El H412es nocivos y es H411 tóxico para organismos acuáticos. Entraron en vigor junio del 2015, pasando a sustituir a las que se utilizaban con anterioridad las frases S. De ahí que no nos resultaran familiares, ya estábamos en los comienzos de vivir sin plástico.
No hemos encontrado información clara sobre los efectos que producen este tipo de sustancias. Pero entre otras cosas parece ser que favorecen la proliferación de algas, lo que disminuye el oxígeno en el agua pudiendo provocar la muerte de peces y otros organismos. También leímos en Aquamarket que “provocan la disminución de la solubilidad del oxígeno disuelto en el agua con lo cual se dificulta la vida acuática y además, como les quitan la grasa de las plumas a las aves acuáticas les provoca que se escape el aire aislante de entre las plumas y que se mojen, lo cual puede ocasionarles la muerte por frío o porque se ahogan, de manera semejante como les ocurre con los derrames de petróleo en el mar.»
La proliferación de algas nos ha recordado el problema que hay actualmente en el Mar Menor. Sí, es un tema complejo, no se debe sólo a los detergentes, hay causas mucho mayores, pero es otra gota que ayuda a que se colme el vaso. Y ante un problema de tal magnitud lo único que parece preocupar a las autoridades es que dejen de ir turistas.
Ésa es la misma actitud que tenemos ante este tipo de advertencias. Compramos los productos pensando que van a dejar nuestra vajilla limpia o nuestra ropa blanca, pero lo normal es no plantearse nada más. La creencia popular es que si está permitida su venta es porque cumplen con una normativa (lo que es cierto) y que esta legislación ya se encarga de que no sean dañinos (lo que no es nada cierto).
¿Y por qué es así? Ni idea. Imaginamos que por una maraña de intereses económicos y legales difícil de desenredar. Pero nos da la impresión de que obligar a los fabricantes a advertir los daños que sus productos pueden causar en el medio ambiente es la forma que tiene la administración de lavarse las manos. «Que avisen a los consumidores que son dañinos y que sean ellos los que decidan», y así la pelota cae en nuestro campo. Deja a los fabricantes campo libre para poner en los productos contaminantes mientras nos avisen de que lo están haciendo. El medio ambiente es la última preocupación en política.
Así que ahora somos nosotros, eres tú, quien tienes la pelota en tu mano. y si no queremos dañar el océano, tenemos que ser nosotros los que tengamos cuidado. Tendremos que perder unos minutos en el supermercado comprobando que lo que estamos comprando no es nocivo ni tóxico para medios acuáticos. Aunque nosotros te animamos a que compres productos de limpieza ecológicos o, mejor aún, a que intentes hacerlos tu mismo. No vendamos nuestro planeta por unas cuantas burbujas de más en el lavavajillas o una camisa de un blanco nuclear.
Como dice nuestra amiga Sylvia «Cuida el océano como si tu vida dependiera de ello, porque depende».
8 comentarios
Cada vez que veo este tipo de productos entro en pánico… y son usados sin consideración.
Las casas están inundadas de estos productos.
La verdad es que sí, es muy triste comprobar que son los productos de uso habitual. La publicidad se ocupa de que los compremos, lo que no nos cuentan son los daños que pueden llegar a producir.
Cuando un barco hace un vertido de aceite / grasa en el mar (supongo que por avería o error), lo primero que hacen en vaciar una botella de Fairy encima, para «diluir la grasa» y que ésta no contamine el medio marino… La legislación tenía que ser mucho más estricta con todos los tóxicos en productos de limpieza pero, ¿cómo hacerlo? si los que legislan tienen grandes intereses en las multinacionales, y viceversa…
Bueno, esperemos que los efectos nocivos sean un mal menor comparados con una mancha de grasa en el mar.
Es por eso que no podemos fiarnos de los que nos legislan. Los políticos son sirvientes de las grandes empresas y nosotros marionetas :(
Cierto llevo tiempo preocupada por los ingredientes que traen los detergentes. Durante algún tiempo los hice yo en casa con sosa y aceite reciclado . he de decir que no es buena idea atasca los desagües cosa fina se forma una costra y la lavadora da olores
Hola Antonia,
Es verdad que pueden atascar, depende de la fórmula del jabón. De todas formas, hay muchos detergentes que no son el de aceite y sosa que se degradan y no dañan los organismos acuáticos.
Buenos días! Acabo de descubrir vuestra estupenda página buscando información sobre éstos productos ‘Nocivos para los organismos acuáticos’, que curiosamente he descubierto de forma similar. Me gustaría deshacerme de todos los productos que tengo en casa de éstas características haciendo el menor daño posible. ¿Me podéis recomendar alguna solución?. No sé si tirándolos a la basura de envases o similar… Gracias!
Hola Silvia,
Nos alegra mucho que te haya gustado. La verdad es que una vez fabricados, el daño ya está hecho. Si los tiras al reciclaje, al lavar los envases antes de reciclarlos, también acabarán en el desagüe. Te recomendaríamos que los usases o bien se los regalases a otra persona que sabes que usa ese tipo de productos y no está dispuesta a cambiar.
Ya nos cuentas qué decides,
Un abrazo.