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Dos años de plástico en dos tarros

por Vivir sin plástico

A finales del 2015 nos pusimos como reto de que todo el plástico que desechásemos durante el 2016 nos cupiese en los tarros que ves en la foto. Pasó el año y, aunque estaban casi llenos, decidimos continuar hasta que no entrase absolutamente nada más. Llegó el verano y como seguían dando de sí, nos propusimos intentar apurar hasta final del 2017 e, increíblemente, ¡nos han aguantado!

Así que todos nuestros desechos plásticos de los dos últimos años, tanto los que se pueden reciclar como los que no, están en estos dos tarros.

Que la foto no te lleve a engaño. ¡Están a rebosar! No cabe nada, na-da más. Patri llenó el suyo alrededor de junio y desde entonces hemos guardado todo en el de Fer. Y en más de una ocasión hemos tenido que vaciarlos, jugar al «tetris» e intercambiarnos cosillas para que nos cupiese todo lo que teníamos. Es alucinante lo que pueden dar de sí dos tarros tan pequeños si los organizas bien.

Seguramente te estés preguntando: ¿Qué hay dentro? Los residuos desvelan tanto de nosotros mismos que muchas veces nos da hasta vergüenza enseñarlos. A nadie nos gusta que hurguen en nuestra basura. Pero como este blog se ha basado desde el principio en enseñarla, aquí la tienes. Sentimos defraudarte, no hay nada extraordinario.

Sin duda el objeto que más abunda son los dosificadores. De botellas de aceite, de vinagre, de salsa de soja… es de las pocas cosas que nos cuesta encontrar una alternativa. Después, los plásticos que hay en las chapas de muchas bebidas. Deberíamos tener muchas más, pero entre el esfuerzo que supone separar el plástico de la chapa y que muchas veces estamos fuera de casa y tampoco es cuestión de pedir la chapa al camarero, se nos han quedado muchísimos por el camino.

También tenemos un montón de precintos de tarros, de ventanas de sobres, pegatinas de fruta, algunas bolsas de productos no desechables, cosas inesperadas y algunos errores. Por ejemplo, nos cambiamos de compañía de telefonía móvil y nos enviaron las tarjetas sim por mensajería en un sobre que sería como 100 veces más grande que su tamaño. Otro día entramos a comer en un japonés y, aunque nos fijamos en las mesas de al lado y vimos que ponían vajilla reutilizable, nuestra comida vino en desechables.

Pero lo que más llena el tarro sin duda alguna son los residuos de regalos. Por mucho que digas que intentas evitar el plástico, no resulta tan fácil entender el concepto. Se suele pensar en las bolsas, como mucho en los desechables y en poco más allá. En el tarro tenemos lazos, plásticos que protegen artículos frágiles, cajas de plástico… hasta una de esas esponjas que sirven de relleno. En fin, relax, cuando alguien te regala algo con todo su cariño cuesta decir que no porque venga plastificado.

Algunas personas nos han preguntado ¿Y qué vais a hacer cuando se llenen los tarros? Al principio del reto, no nos poníamos muy de acuerdo, Patri quería reciclar lo que se pudiera y Fer dejarlo todo dentro. Como después de tanto tiempo juntos, les hemos cogido cariño a los tarritos, los guardaremos de recuerdo.

Si te somos sinceros, estábamos deseando que acabase el año. Veíamos los tarros a rebosar y cada vez que aparecía otro plástico inesperado se nos caían los goterones de sudor pensando si podríamos encajarlo todo. Así que ahora estamos encantados de hacer «borrón y cuenta nueva» y de empezar con otros dos tarritos. Esta vez son más pequeños (son los típicos tarros de garbanzos) y sí, ya los hemos estrenado.

 

Esta vez vamos a ver hasta cuándo aguantan, sin fechas, ni presiones.

A veces nos acusan de ser un poco extremistas y… quizá tengan razón. Lo único que pretendemos es demostrar que se puede llevar una vida normal sin generar residuos plásticos. Muchas personas piensan que nos estamos perdiendo muchas cosas, «uy, eso no podéis, viene en plástico», pero la realidad es muy diferente. Si nuestras vidas han cambiado en estos últimos años ha sido siempre a mejor, rara vez echamos algo de menos.

Poner nuestros residuos en un espacio limitado, transparente y a la vista nos ha ayudado muchísimo a reducirlos. Todos tenemos distintas circunstancias, laborales, familiares, sociales… pero lo que sí tenemos en común es que todos podemos reducir nuestros residuos mucho más de lo que imaginamos. No se trata de que nos quepan todos en unos tarros, sino de sorprendernos a nosotros mismos de hasta dónde somos capaces de llegar. Y siempre podemos llegar mucho más lejos de lo que pensamos.

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18 comentarios

Lara 8 enero, 2018 - 14:53

Os admiro por intentarlo, conseguirlo y luchar contra viento y marea en relación a la actitud de incredulidad, sarcasmo y desaprobación de la sociedad que nos envuelve. Sobretodo la más cercana.
Nosotros desde verano estamos en ello, cambiando muchísimas cosas y adoptando otras costumbres y me encantará en su momento compartirlo. Aunque con tres niños en casa sea más lento de conseguir.. confío en terminar el 2018 habiendo conseguido nuestro objetivo.

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Vivir sin plástico 14 enero, 2018 - 10:33

¡Hola Lara!

Claro que sí. Id poco a poco y ya veréis como lo conseguís. Es verdad que con los niños es más complicado pero no imposible. Además, aprenderán a no depender tanto del plástico y así más tarde no tendrán que pasar por el reto de «desengancharse»

¡Un abrazo y mucho ánimo!

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Yve Ecocosmopolita 10 enero, 2018 - 12:05

¡Felicidades, amigos! Qué grandes que sois. Os admiro infinito. Yo no acabo de animarme a separar mi basura de la de la familia, porque la vida ya es demasiado complicada para mí, jeje. Pero veo esto, y me vuelven a entrar los ánimos. A ver si consigo una fórmula libre de incongruencias.
Me voy pensativa.
Un abrazo inmenso.

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Vivir sin plástico 14 enero, 2018 - 10:41

¡Muchas gracias Yve!

Tampoco hace falta que separes tu basura. El tarrito era sólo un reto pero tampoco hace falta meter los plásticos en un tarro para reducirlos :)

Y si quieres hacerlo pero tu familia no, hazlo sólo de las cosas que tú compres en las que no puedas evitar en plástico. Si tu familia compra cosas envasadas, eso ya no está en tu mano.

Y si no pues ¡vivan las incongruencias! La perfección no existe.

¡Un abrazo fuerte!

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Ana 16 enero, 2018 - 16:43

Hola!
Me encanta vuestro blog. Os leo desde hace unos meses y ¡Necesito cambiar mis hábitos de consumo! Tengo un bebé de un año y me siento en la responsabilidad de transmitirle que este mundo es insostenible del modo en que está ahora.
La fase en la que me encuentro la llamo: _Fase de concienciación_. Como bien decís en algunos posts, este es un proceso largo y no hay que volverse loco tirando todo el plástico de golpe y sustituyéndolo todo por otras cosas. Voy poquito a poco, pero a veces es muy difícil. He empezado por beber agua en la oficina en mi propio termo de acero inoxidable, cambiar el bibe del nene por uno de vidrio, compré pañal de tela, pero esto es más dificil, pues el nene está conmigo menos horas al día que con otros, y no me atrevo a exigir tanto. También estoy comprando a granel todo lo que puedo, pues en mi pueblo ya hay 3 tiendas! Compro el detergente del lavavajillas a granel, y llevo mi propia botella, por ejemplo, una de plástico que tenía de un yogur de 1L. Ellos la enjuagan y te la reetiquetan, así ya no fabrican otra botella para mi. Son gestos enanos, pero espero que cada vez sean más.
Lo más difícil es en el supermercado. Compro el embutido y la carne al corte, para evitar el envase, pero hasta el personal de carnicería o pescadería te lo entrega en una bolsita, y a veces me resulta incómodo decirles cómo hacer su trabajo: «Oye, no no, no me lo metas en bolsa, o no pongas ese plástico para separar las lonchas». ¿Cómo hacéis esto? ¿qué hacéis con los refrescos? Yo no consumo muchos, pero compro x si vienen visitas. Y así mil ejemplos que me cuesta sustituir…

Bueno, como he dicho estoy en fase de concienciación y todavía lejos de un reto como el vuestro, pero estoy feliz de haberme dado cuenta e ir cambiando poquit a poco.

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Vivir sin plástico 30 enero, 2018 - 20:06

¡Hola Ana!

Pues a nosotros nos parece que estás bastante avanzada. Es genial lo de los cambios que has ido haciendo porque no cuestan mucho esfuerzo y suponen muchísimo ahorro. Nosotros no compramos carne pero la gente lo que suele hacer es levarse un tupper para que sirvan ahí lo que necesiten. Conocemos gente que lo hace en supermercados y el tendero ya les conoce y no le ponen ningún problema, pero creemos que en general es más fácil probar en mercados y tiendas de barrio.

En cuanto a los refrescos, puedes comprar sólo cuando alguien venga a casa (a comer o una fiesta) así no tendrás que tener refrescos de todo tipo dependiendo de quién venga. Nosotros hace poco tuvimos una fiesta y compramos los refrescos en vidrio y los que no se pudieron en lata. No es la solución perfecta pero mejor que nada ;)

Muchas gracias por tu mensaje, nos parece que lo estás haciendo genial.

¡Un abrazo!

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Ana 31 enero, 2018 - 1:01

Muchas gracias por tu respuesta.
Me anima a seguir mejorando!

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Mónica 20 enero, 2018 - 14:10

He visto el programa de ayer sobre el plástico y me gustaría hacer más en relación a este tema. Somos una familia que reciclamos pero no siempre, me gustaría empezar ha consumir más productos que no contengan plástico.

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Vivir sin plástico 30 enero, 2018 - 20:54

Hola Mónica,

Qué bien que quieras empezar a evitar este material, la verdad es que no te arrepentirás. Te recomendamos empezar por lo que te resulte más sencillo e ir avanzando poco a poco. Si intentas eliminarlo todo de un día para otro, es probable que te agobies y lo dejes.

Para cualquier cosa ya sabes dónde estamos ;)

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Chema de Lope 21 enero, 2018 - 11:44

21 enero 2018.- Fer & Patri, hola, ayer os vi en la tele y esta mañana os he visitado, soy un amante de intentar hacer las cosas bien y aunque hago mis pinitos con el tema de guardar la comida en taper de cristal y algunos líquidos, con la información que me habéis dado voy a empezar a ser mas estricto.

Fer lo que contabas del desodorante con bicarbonato, lo estuve haciendo hace un par de años y voy a retomarlo.

Me alimento mayoritariamente de verduras crudas, frutas. legumbres, frutos secos, raíces, semillas, aceites, miel, e infusiones varias con estevia-planta, no procesada..,

Cocino y lavo la verdura y fruta con bastante agua de mar, que yo mismo recojo, ya que tengo la suerte de vivir cerca del mar. (Islas Canarias)

Una recomendación para lavar partes intimas diariamente, infusión de agua de mar y tomillo.

Con mis 65 años es increíble lo bien que me encuentro, cualquier cosa que penséis que puedo ayudar, decírmelo. Y si no habéis leído el libro de La Enzima prodigiosa”, pedírmelo y os lo mandaré por e-mail, tiene mucha información muy buena para mantener limpios los intestinos.

Gracias por la información y concienciarme con el tema plásticos

Saludos cordiales Chema de Lope

P.D. Si alguien se siente interesado por algo de lo que he contado, puede mandarme un e-mail a lop131961@yahoo.es.

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Vivir sin plástico 1 febrero, 2018 - 19:58

Hola Chema,

Qué interesante todo lo que cuentas ¡y qué alegría vivir cerca del mar!

¡Un abrazo!

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Made 25 febrero, 2018 - 1:22

Hace muy poco por unos documentales que vi, me sentí muy motivada a reducir el plástico en mi vida, cosa que no es nada fácil, pero cuando empecé a leer sobre que y como podía hacer, me encontré con este este maravilloso mundo del zero waste y ya mi familia y yo estamos empezando con los cambios y estoy muy feliz. Este blog me ha motivado mucho ya que veo que es posible y no tan complicado como parece. Sigan adelante.

Un abrazo!

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Lola 8 mayo, 2018 - 19:18

Felicidades! Me encanta vuestro blog :-)
En casa empezamos el tema del zero waste hace meses y es increíble lo que cambia la vida pero para mejor. Tenéis toda la razón. Tenemos dos peques, de 4 y de 6 y es asombroso ver como se han adaptado, lo entienden y lo comentan a su abuela, amigos profes etc.
Nosotros empezamos con esto porque amamos el mar y nos duele en el alma cómo se encuentran los océanos.
Gracias por vuestra inspiración:-)

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Vivir sin plástico 11 mayo, 2018 - 13:25

¡Hola Lola!

Muchas gracias por tus palabras y compartir tu experiencia. La verdad es que concienciar a los niños en el cuidado del medio ambiente es esencial.

Nosotros también empezamos por eso ;)

Gracias a ti ¡y un abrazo!

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Marisa 6 junio, 2018 - 17:56

He visto una palestra vuestra y lo vi muy interesante. A raíz de ello, vine a cotillear vuestro blog. Me parece muy interesante lo que trasmitís y también algo que tiene mucho valor. No será fácil empezar a rehusar el plástico, tan enraizado en nuestra «avanzada» sociedad. Es gracioso que, comentando este tema con mi madre, de casi 70 años, me decía: «entonces, quieren volver a mi tiempo de niña, en que comprábamos todo a granel y en bolsas de tela». Y es cierto… ?quien iba a decir que la gran invención del plástico, iba a ser un problema, tan solo 50 años después de ser inventado y puesto en práctica por la gente de a pie? Una pena esta nuestra dependencia.
Aprovecho para pediros que, con todo mi respeto, también respetéis el diccionario de vuestro idioma (ya que no es el mío nativo pero lo intento respetar al máximo de mis conocimientos):
Esta frase, me ha hecho dolor los ojos: «A nadie nos gusta que urgen en nuestra basura»… URGEN? De urgente?? ¿O «hurguen» de «hurgar»??
Gracias, no obstante, por vuestro esfuerzo. La penúltima línea mía, solo os hará hacer un nuevo esfuerzo ;-)

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Vivir sin plástico 8 junio, 2018 - 15:01

¡Hola Marisa!

La verdad es que lo del plástico llegó como un invento revolucionario pero se nos ha ido de las manos completamente. Y sí, creemos que la solución está precisamente en volver a los tiempos en los que todo se reutilizaba y no había tantísimos envases innecesarios.

En cuanto la patada al diccionario, tienes toda la razón, ya está corregido. Perdona por el dolor de ojos causado ;)

¡Un abrazo!

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Eva C. 1 septiembre, 2018 - 18:52

Hola,

Os escribo desde Moscú, Rusia. Hace un tiempo decidí simplificar mi vida y me empezó a interesar el tema del minimalismo. Conscientemente he dejado de comprar cosas que no me aportan valor. Ahora creo que ha llegado el momento de decir adiós al plástico pero aquí es prácticamente imposible. Hasta hace bien poco en las tiendas no te cobraban las bolsas (ahora algunas tiendas sí y otras no) pero incluso en los mercados, es difícil que te metan los productos en una bolsa de tela. Te miran raro y no entienden nada, y al final te vas a casa con diez mil bolsitas semitransparentes (cuando compro mantequilla lucho para que no le pongan una bolsita de plástico alrededor… que nunca he entendido para qué). Comprar a granel aquí también es imposible, y menos lo de llevar tu propio tarro. Supongo que solo en algunos países de Europa y sin ser despectivo hacia otras realidades, digamos en el «primer mundo», la idea de aportar un granito de arena al tema ecológico es posible. Simplemente quería deciros que apoyo vuestra iniciativa y que me da muchísima envidia (sana, «sin plásticos» :) que podáis comprar productos frescos sin envases y que hayáis relativizado el consumismo salvaje.

Saludines,

Eva.

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Vivir sin plástico 11 septiembre, 2018 - 10:49

Hola Eva,

Es verdad que poder reducir el consumo de plástico en mayor o menor medida depende mucho de dónde vivas. Si no puedes reducir envases en alimentación, empieza por otra cosa como la limpieza (se puede limpiar prácticamente todo con vinagre, bicarbonato, jabón y limón) o la cosmética (normalmente tenemos muchos más productos de los que utilizamos). En cuanto a las bolsas de los tenderos, hay que ser pesados e insistir en que no las necesitas. En cuanto vayas dos o tres veces al mismo sitio, se acordarán de ti. Pero sabemos que no es fácil. De todas formas, si el plástico se te atranca, hay otras muchas muchas cosas por hacer: puedes reducir el consumo de carne, comprar sólo productos locales, colaborar con asociaciones que luchen por temas en los que crees, hacer propuestas en tu lugar de trabajo para que se utilicen menos desechables, comprar lo que necesites de segunda mano… La lista es infinita.

Aportar tu granito de arena siempre es posible estés dónde estés pero dependiendo de tus circunstancias podrás hacer más hincapié en algunos aspectos que en otros. Intentar vivir más acorde con tus valores es un camino muy personal y no hay fórmulas mágicas ni un camino en concreto a seguir. Nosotros empezamos por el plástico pero podríamos haber empezado por cualquier otro sitio.

En fin, muchísimo ánimo.

¡Un abrazo!

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