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Richard y Judith Lang, dos personas, una playa, un planeta

por Vivir sin plástico
Richard y Judith Lang, dos personas, una playa, un planeta

Hoy te vamos a hablar de una de las historias más bonitas que hemos conocido últimamente y que más nos ha inspirado. Es, como lo describen los protagonistas, una historia de amor entre dos personas, una playa y el planeta entero.

Judith y Richard Lang son dos artistas americanos que en su primera cita en 1999 fueron a la playa de Kehoe, en el norte de San Francisco. Judith se agachó a recoger una pieza de plástico de la playa y Richard le preguntó “¿te vas a quedar eso?” Así fue como descubrieron que, cada uno por su cuenta, llevaba 3 años recogiendo plásticos con intención de hacer obras artísticas con ellos. Desde ese mismo día siempre recogen plásticos de esa misma playa, que apenas tiene como 900 metros de longitud, y hacen obras de arte con ellos. Han tenido más de 70 exposiciones en diferentes galerías y museos, entre ellos en el Museo de Arte Moderno de San Francisco.

«La playa de Kehoe es un sitio salvaje, cerca de casa, con flores silvestres, pájaros y una geología fascinante. Es un sitio muy fácil de amar. No solo hemos encontrado cientos de kilos de plástico en esa playa, nos hemos encontrado el uno al otro. Fue nuestro lugar de amor de casi a primera vista, donde tuvimos nuestra primera cita y donde descubrimos la pasión entre nosotros y por recoger residuos plásticos. ¿Cuáles son las oportunidades de encontrar a alguien que ya le gustaba recoger basura y hacer arte con ella? Fue nuestra suerte en 1999, y la playa de Kehoe se convirtió en el destino para nuestra recolección de desechos plásticos. Desde entonces hemos compartido el amor entre nosotros, el amor por la naturaleza y nuestro interés en producir trabajos artísticos sobre los océanos y el medio ambiente.»

Richard y Judith Lang, dos personas, una playa, un planeta

Richard y Judith Lang con su «Thropy Fish»

Tras su primera cita iniciaron un proyecto conjunto. Empezaron a recoger tapones de la playa porque eran muy fáciles de encontrar e hicieron un pez con ellos (Trophy Fish) en conmemoración por haberse encontrado en esa playa. Les invitaron a presentar esta obra en una exhibición, y más tarde una galería local se ofreció en facilitarles casi toda la galería para sus obras. «Así que pensamos ‘vamos a hacer esto por un año, a ver lo que encontramos’ y surgió el título para la exhibición “dos personas, una playa, un año.»

«Encontramos plásticos de todos los lugares de la costa del Pacífico, desde sitios tan lejanos como China o tan cercanos como la Bahía de San Francisco. Las corrientes marinas son grandes transportadoras de plástico por todo el planeta. Vivimos en una cultura “desechable”, de usar y tirar, pero lo que tiramos no desaparece.»

«Para tratar de hacer un problema mundial a escala humana recogemos sólo de una playa de 900 metros. Una playa puede contar la historia completa del caos del planeta.»

Una vez que llegan a casa limpian las piezas que han recogido y las guardan clasificándolas en cajas por formas y colores. Así han creado un colección de «basura plástica», su inventario como ellos lo llaman, que utilizan para todas sus obras.

Richard y Judith Lang, dos personas, una playa, un planeta

Chroma red

«Cada pieza de plástico fue fabricada con un motivo práctico o lúdico y perteneció a alguien. La historia de nuestra cultura de consumo es evidente en lo que encontramos. Como hemos profundizado en nuestra práctica hemos descubierto, como si fuéramos arqueólogos, que cada pequeña pieza de plástico que encontramos nos muestra a través de un agujerito toda la cultura humana. Cada trozo tiene una historia que contar. Por ejemplo, el pequeño palo para untar el queso nos cuenta una historia sobre la industria alimentaria y consumismo, y una casita del Monopoly lleva un mensaje de avaricia y dominación sobre otros.»

«Cuidadosamente, coleccionando y seleccionando las piezas de plástico, las convertimos en trabajos artísticos, con los mínimos artificios, con el material tal y como es. El espectador se sorprende a menudo con que esas cosas tan coloridas sean basura plástica de nuestra cultura de usar y tirar.»

Richard y Judith Lang, dos personas, una playa, un planeta

Micky’s Monkey

Tratan de que el espectador identifique en sus obras muchos de los objetos cotidianos que utiliza en su día a día y que comprenda que esos plásticos que fueron recogidos en la playa podrían haber sido suyos.

Richard y Judith Lang, dos personas, una playa, un planeta«Nosotros nos vemos como artistas primero, la belleza es nuestro objetivo, es los que nos motiva. Sentimos que el arte es la mejor manera de hacer llegar un mensaje. Usamos las formas y los colores para crear composiciones que tienen la intención de ser visualmente atractivas y hablar de la contaminación plástica sin alejar al espectador. La gente se da cuenta, ‘¿Esa trozo de plástico no era uno que yo tenía?’ El ser parte del problema conduce a tomar acción.»

«Lo opuesto a la belleza no es la fealdad, lo opuesto a la belleza es la indiferencia. Y nosotros intentamos no ser indiferentes sobre esto y sobre el mundo.»

«Sentimos mucha pena por el estado del medio ambiente, pero la satisfacción viene cuando se pasa a la acción. Al cuidar una pequeña playa del planeta el mundo entero se ha abierto a nosotros.»

«A veces parece que los problemas son demasiado grandes, insalvables, pero cada uno de nosotros podemos empezar allí donde estamos con un pequeño trozo de playa, sólo con un pequeño lugar del planeta.»

Judith y Richard llevan más de 16 años yendo a la misma playa, en unas dos horas recogen como 30 kilos de plásticos. Después de tanto tiempo sería de esperar de que la playa estuviera limpia, pero no, siguen encontrando mucho más plástico del que les gustaría. Da mucho que pensar sobre el estado del océano. «Nos lo pasamos muy bien en la playa recogiendo plástico, pero al mismo tiempo se nos rompe el corazón.»

Te recomendamos echar un vistazo a su página web, One beach plastic, y su blog, Plastic Forever. También te recomendamos ver algunos de sus videos (en inglés). Nos gusta especialmente éste:

Nosotros llevamos ya bastante tiempo recogiendo plásticos, pero influenciados por Judith, Richard y otros artistas como ellos, nuestras recolectas se están haciendo mucho más creativas. Hemos empezado a ver los desechos plásticos con otros ojos y cada vez nos resulta más divertido recogerlos. Lo que veíamos como una labor de limpieza se está convirtiendo en una labor creativa, de investigación, o estudio social. Es de lo más divertido. Como dicen ellos, a veces les toman por locos cuando cuentan que se divierten recogiendo plásticos de la playa, pero es verdad. Te lo pasas genial. Y no sólo eso, también es una buena actividad física, no sólo por el caminar al aire libre, agacharte a recoger plásticos es un buen ejercicio para las piernas. ¡Todo son ventajas! Y además, estás ayudando a mantener este planeta un poco más limpito.

«Cuando contemplamos las fotografías de la tierra hechas desde el espacio nos preguntamos porque al planeta lo llamaron Tierra. Teniendo en cuenta la relación tierra- océano nosotros pensamos que hubiera sido mucho mejor llamarlo Mar.»

Unaccount

 

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1 comentario

joseph titelius 26 julio, 2024 - 12:32

¡Qué historia tan inspiradora! Judith y Richard Lang convierten los residuos plásticos en arte, combinando creatividad con activismo medioambiental. 🌍✨

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