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Un Mediterráneo lleno de plásticos

por Vivir sin plástico
Contaminación de plásticos en el Méditerraneo

Hace unas semanas Greenpeace lanzaba su campaña “Menos plástico, más Mediterráneo” para denunciar e informar sobre la situación en la que se encuentra nuestro viejito mar Mediterráneo. Su velero insignia, el Rainbow Warrior, se acercó por aquí para apoyar a esta campaña. Estuvo atracado en Valencia, Palma de Mallorca y Barcelona. Muchas personas pudieron subir a bordo y conocer más de cerca la magnitud del problema. Después partió rumbo a Italia, Croacia, Grecia y Bulgaria para seguir con la campaña.

Además, han publicado el informe “Un Mediterráneo lleno de plásticos» que es una gran recopilación de toda la información que hay sobre este tema. La verdad es que los datos asustan un poco, pero lo bueno es que en el mismo informe presentan soluciones que nosotros creemos que son tan fáciles de implementar como efectivas.

Hablamos con Elvira Jiménez, responsable de la campaña de Océanos.

Qué envidia nos das. ¿Cómo es la vida a bordo del mítico Rainbow Warrior?

Uy, en el barco hay mucha disciplina, sobre todo en cuanto a los horarios. A las 7.30 se levanta todo el mundo, tienes hasta las 8.00 para desayunar, luego se hace una batida de limpieza en la que participa todo el mundo y después cada uno hace su trabajo, lo marineros el suyo y los que estamos en el equipo el nuestro. Tienes unos minutos de descanso, se come a las 12, se para las 5 y se cena a las 6. Lo único es que con la campaña esto varía bastante. El barco está abierto al público, hay reuniones… no puedes tener este horario tan estricto y acabas trabajando desde las 8 de la mañana hasta las 9 de la noche.

En España habéis estado en Valencia, Palma de Mallorca y Barcelona. ¿Cuántas personas se han acercado al barco?

En toda la parte española pasaron más de 6000 personas.

¿Cómo está siendo la respuesta de estas personas? ¿Son conscientes del problema que supone el uso que estamos haciendo del plástico?

A diferencia de otros temas es algo que no sorprende, la gente admite que hay plástico por todas las partes, que todo está sobreenvasado… lo que no se conoce es el alcance. Por ejemplo, cuando les hablas de los microplásticos y de todo lo que hay flotando en el mar es cuando más se sorprenden. Si que hay una conciencia de que hay demasiado y de que el reciclaje no llega a funcionar del todo, porque esto salta a la vista, sólo hay que mirar cualquier contenedor para comprobarlo, pero no de la magnitud del problema.

Sí, hemos leído que teníais balas de plástico reciclado para demostrar que no es ninguna panacea y que muchas veces por tener muchas impurezas estas balas acaban en el vertedero sin poder reciclarse. ¿Cómo reacciona la gente cuando les contáis esto?

Los tuvimos en Valencia en el muelle, al lado del barco cuando hicimos la rueda de prensa, que coincidió con el día de los océanos y la presentación del informe. Elegimos estos sitios, Valencia, Palma y Barcelona porque allí están instalando o quieren instalar un sistema de depósito de envases. Una forma de apoyarlo fue con estas balas de plástico que nos prestaron en una planta de reciclaje. Queríamos ilustrar lo que supone la pérdida de envases cada hora en la Comunidad Valenciana admitida por la industria. Según el Gobierno son cinco millones de envases al día, pero la industria dice que no es tanto, que es sólo un millón. Bueno, pues si es un millón, esas balas representan la cantidad de envases que acaban en el medio ambiente en la Comunidad Valenciana cada hora.
Además la calidad que llega no es muy buena, está en malas condiciones y no todo eso se puede usar como materia prima.

Otra medida para concienciar fueron unas latas de conserva «directas del mar» llenas de residuos. Más de 1.300 especies, como cetáceos, peces, aves o tiburones, se han visto afectadas por la basura marina y en muchas ocasiones parece no preocuparnos. ¿Crees que recibimos mejor el mensaje cuando sabemos que nos puede afectar directamente a nuestra salud?

Las latas se mandaron a periodistas, políticos y personas influyentes en redes sociales. Algunos se grabaron con las latas y otros pusieron fotos y así es como se difundió. Por ejemplo, se la mandamos a Alejandro Sanz y por colgar la foto en twitter ya lo vieron 17 millones de personas. Esa era la idea, conseguir que la gente lo difundiera y llamar un poco la atención de los medios de comunicación sobre la campaña.
Si que es verdad que si no motiva la parte ambiental, con la parte de que se está incorporando a la cadena alimentaria hay gente a la que le empieza a hacer un poco de “click”. A lo mejor les da igual que las tortugas estén llenas de plásticos pero si se lo van acabar comiendo sí que les importa. Es otro gancho, el campo de la salud quizá abarca más gente, a las que el punto de vista ambiental no les interesa tanto, o no les preocupa.

¿Han pasado autoridades y políticos por el Rainbow Warrior?

Sí, como en estas comunidades están los Gobiernos autonómicos intentando implantar un sistema de depósito de envases se pasaron muchos políticos. En Barcelona, fue un poco más flojo, pero tanto en Valencia como en Palma de Mallorca tuvimos a las máximas autoridades. En Valencia tuvimos al alcalde y al presidente de la Comunidad Valenciana y en Baleares a todos los Consellers de las distintas islas y a la presidenta de Baleares. Y también representantes de otros partidos políticos.

¿Se pasaron por hacerse la foto o a informase?

Sobre todo los que estaban en el Gobierno no pasaron a hacerse la foto. Están trabajando para que el sistema de retorno de envases sea una realidad y están teniendo bastantes presiones para que no suceda. Bueno, alguno pudo haber que viniera para hacerse la foto cuando vio que salíamos en las noticias, pero la gran mayoría nos confirmó su presencia con mucha antelación.

Pensamos que las famosas “islas o sopas de plástico” se encuentran lejos, en mitad de los giros oceánicos pero en vuestro informe “Un Mediterráneo lleno de plásticos” hemos leído que el Mediterráneo tiene una densidad de plásticos comparable a esas zonas de acumulación: una pieza por cada 4m2. ¿Cómo es la situación actual del Mediterráneo?

Lo que hicimos en el informe fue recopilar la información científica disponible de la última década, no es una investigación nuestra, y esto nos sorprendió mucho. Se ha hablado mucho de las sopas, de las mal llamadas islas, lo que da lugar a error, no es nada sólido, es más bien una sopa de cositas flotando. Parece que siempre se habla de las que están en los trópicos, pero en el Mediterráneo tenemos una densidad comparable y nadie está hablando de eso, por lo que queríamos llamar la atención principalmente ahí. Otra de las conclusiones es que una de las principales formas de contaminación son los microplásticos, lo que hay en el Mediterráneo son muchos plásticos pequeños. Aparentemente parece que todo está limpio pero íbamos con un científico cogiendo muestras y cada vez que tirábamos la red recogíamos plásticos. Lo que ocurre es que son trocitos pequeños, que parecen inofensivos pero que acaban causando mucho daño a la vida marina. No tenemos que ir lejos para ver los impactos del plástico.

¿Hay alguna zona del Mediterráneo dónde tiendan a concentrarse más?

No porque las corrientes en el Mediterráneo no son muy variables. Sí que puede haber alguna zona donde puede haber un poco más de concentración, como en el norte de Baleares, pero en general no se puede hablar de zonas de mayor concentración.

Del 21% al 54% de todos los fragmentos de microplásticos en el mundo se encuentran en la cuenca mediterránea. ¿A qué se debe esto?

Todos los datos que se dan son estimaciones. Hay que tener en cuenta que tenemos el 30% del tráfico marítimo, también mucha actividad turística. La geografía que tiene el mar, la presión de actividad humana hacen que sea un coctel de características para la acumulación plástico.

En España el 45% del plástico que utilizamos en el 2013 fue para producir envases. Nos parece una cifra altísima ¿Por qué crees que tenemos cada vez más necesidad de envases?

Es más o menos la tendencia en Europa, la mayoría de la demanda de plásticos es para envases. Dentro de envases entran bolsas, envoltorios, botellas, vasos, cubiertos… hay una variedad muy grande de productos y cada vez hay más en el mercado. Como es un material tan fácil de manejar, es muy flexible, muy barato pues se hacen todo tipo de diseños de productos nuevos sin ni siquiera pensar si se pueden reciclar o no. Y los recicladores se encuentran con ese problema. Por ejemplo, los tetra bricks llevan muchísimos años en el mercado y todavía no se ha encontrado una forma efectiva de reciclar el material, porque son tres materiales juntos. O formatos nuevos que aparecen de plástico. Este es un gran problema y que entra dentro del concepto de economía circular. Cuando se habla de economía circular, desde el diseño de un producto o de un envase ya se está pensando en cómo reutilizarlo o por lo menos cómo reciclarlo, pero no llegamos ni a eso. No hay ningún control, y la demanda se ha disparado totalmente. Si no se ponen medidas está previsto que aumente todavía más.

Contaminación de plásticos en el MéditerraneoEsto es una tarea de todos, de los consumidores que cambiemos nuestros hábitos, productores que ofrezcan alternativas y los políticos que tomen medidas, pero ¿qué crees que es más importante concienciar a la población o exigir a los políticos que tomen medidas?

Es una responsabilidad compartida. Hasta ahora a nivel político y de las empresas se pone mucho la presión en el consumidor y hay que empezar a pensar en repartir el pastel porque ellos también tienen que poner de su parte. Hoy en día sí tú quieres evitar los envases de plástico, incluso estando concienciado, dependiendo del producto te puede resultar prácticamente imposible. Llega un momento en el que ya es una cuestión de promocionar las innovaciones, para que cuando quieras comprar sin ese material se pueda hacer. Y ahí es donde entra la política, que es la que legisla cómo las empresas fabrican los productos. A nivel consumidor puedes hacer mucho, pero si eso no cambia por el otro lado llegas a un punto muerto. Esto tiene que avanzar mucho por la otra parte, de tomar esa responsabilidad para que realmente mejore.

Si estuvieras en política y tuvieras poder para tomar decisiones ¿Cuáles son las primeras medidas que tomarías para afrontar este problema?

Yo prohibiría cierto tipo de envases. El sobreenvasado directamente debería de estar prohibido. No hay ninguna necesidad, ni motivo higiénico, es una cuestión de servicio al consumidor. Por ejemplo, antes no te vendían un paquete de magdalenas con cada magdalena envuelta en un plástico. Con las bandejas de poliespan que ponen en los comercios ocurre lo mismo. Este tipo de cosas yo directamente las prohibiría, porque no son necesarias. No hay ninguna razón de conservación o de higiene que argumente que tu puedas usar esos productos. Un plátano se conserva igual de bien, o incluso mejor, estando al aire que estando envuelto en una bandeja con un plástico, porque no hay ningún envasado al vacío que lo pueda conservar mejor, simplemente te lo están poniendo en una bandeja porque en teoría es mejor servicio al consumidor.

¿Cuáles han sido hasta ahora los mejores momentos de esta campaña?

Cuando vimos delfines (risas), esto no tiene nada que ver con el plástico pero son momentos muy chulos. Y el momento del lanzamiento de la campaña que era el día de los océanos, ver que hay tanta gente interesada y que todo lo que has estado planificando se vuelve realidad. Lo que llevas pensando mucho tiempo se convierte en el momento en el que ya estás ahí, hablando de las cosas. La verdad es que quedas con muy buen sabor de boca.

¿Qué es lo que al final de la campaña que gustaría conseguir?

Estamos muy centrados en el debate político que hay para cambiar las normativas de residuos a nivel europeo, y me gustaría ver cambios significativos para que se apueste por la reducción en origen del plástico y la reutilización. A partir de ahí puedes tener luego cosas tangibles. También que en los lugares que hemos visitado el sistema de depósito se haga realidad, que se acabe implantando. Llevan años esperando, a ver si con este empujoncito que hemos intentado poner por nuestra parte al final se implanta. Cuando vaya a Valencia, que voy muchas veces porque tengo allí familia, tenga sitio para depositar mis botellas.

Muchas gracias Elvira por contestar a todas nuestras preguntas.

Por cierto nos encanta la leyenda india que está detrás del nombre del velero Rainbow Warrior. «Llegará un tiempo en que los pájaros caerán del cielo, los animales de los bosques morirán, el mar se ennegrecerá y los ríos correrán envenenados. En ese tiempo, hombres de todas las razas y pueblos se unirán como guerreros del arcoíris para luchar contra la destrucción de la tierra.»
Creemos que cada uno llevamos dentro de nosotros un «guerrero del arcoiris» por potenciar. Hay tantas cosas por hacer que sería una pena esperar a que el mar se ennegrezca para sacar a nuestro guerrero fuera.

 

Todas las fotos que documentan la entrada pertenecen a Greenpeace. Gracias

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