La fundación Ellen MacArthur ha publicado un nuevo informe sobre el plástico: New plastic economy: Catalysing action (Plástico: catalizando la acción). Es el plan de acción que viene tras el famoso informe que publicaron el año pasado, la nueva economía del plástico, del que te hablamos aquí y del que se hicieron eco muchos muchos medios porque auguraban que, de seguir al ritmo actual, en el 2050 habría más plástico que peces en los océanos.
Hoy queremos contarte los puntos que más nos han interesado de este informe porque nos parece esencial una vez localizado el problema, hablar de las soluciones, que siempre las hay, para comenzar a implantar los cambios que tanto necesitamos.
Este informe habla siempre sobre el plástico que se utiliza para envases. Se centra en tres áreas de acción prioritaria:
1.- Un 30% del plástico para envases nunca será reusado ni reciclado sin innovación ni mejoras en el diseño.
Los plásticos pequeños, por su tamaño y características, se escapan de los sistemas de recogida de residuos y, aunque se recogiera hasta la más mínima pieza, sería siendo complicado reutilizarlos. Plásticos como las tapas pequeñas, bolsitas, pajitas, o envoltorios rara vez se reciclan, por problemas técnicos y económicos. En las instalaciones de clasificación automatizada se eliminan los artículos pequeños en las primeras etapas, para quitar la suciedad y otros objetos que puedan dificultar el proceso. Un sistema de mallas se deshace de los objetos menores de 4 – 7 cm, que luego se envían a incinerar o al vertedero. Clasificar manualmente podría ser la solución pero económicamente es inviable por la baja proporción de material comparado con el tiempo que lleva seleccionarlo. No lo dicen en el informe pero nos lo podemos imaginar: con la cantidad de plásticos grandes y fáciles de reciclar que no se reciclan, ¿qué sentido tiene centrarse en los pequeños?
Los plásticos con muy bajo volumen en el mercado tampoco se reciclan. En Europa, sólo un 5% del PVC usado en envasado se recicla, y poliestireno (poliespán) rara vez se recicla. Esto sí que nos ha pillado un poco por sorpresa, que plásticos tan habituales en las tiendas y supermercados como las bandejas de poliespán se les consideren «poco comunes» a la hora de reciclarlos. Creemos que también se debe a la dificultad de su reciclaje y a que este material reciclado no tiene gran demanda, de nada vale dedicar el esfuerzo que requiere reciclarlo si nadie lo va a utilizar. Otro motivo más para dejar de usar estos dos tipos de plástico tan dañinos y contaminantes, que por suerte empiezan a estar prohibidos en muchos lugares. Para identificarlos sólo tienes que mirar el símbolo de identificación de plástico que tienen todos los envases, y evitar los que tengan los números 3 y 6.
Los plásticos “contaminados” con restos orgánicos, como los envases que se utilizan para empaquetar los establecimientos de comida rápida tampoco se reciclan. Los restos de comida también dificultan el reciclaje.
Los productos multimateriales, que se fabrican con capas de distintos materiales también son muy difíciles de reciclar, como por ejemplo las tazas de café desechables.
Nos encanta que lo pongan todo tan claro. Lo hemos comentado en muchas ocasiones: en el caso del plástico reciclar no es la panacea que muchas veces quieren que pensemos. Sí, hay que reciclar, pero muchas veces tenemos la sensación que a reciclar casi se le considera un acto revolucionario, cuando debería de ser la última opción.
Las soluciones son de lo más sencillas: un nuevo diseño de envases que evite en los posible los plásticos pequeños, sustituir los materiales con bajo volumen de mercado por otros de mayor volumen, utilizar plásticos biodegradables para los envases que se van a contaminar con comida para que por lo menos se puedan compostar, evitar los productos multimateriales…
Esperemos que cada vez haya más empresas que vean estas soluciones tan fáciles y lógicas como las vemos nosotros.
2.- Reusar los envases podría reducir el 20% del plástico utilizado para empaquetar.
Esto es algo tan simple como usar dispensadores reutilizables para que se pueda reusar el mismo frasco tantas veces como sea necesario.
En la mayoría de los productos de limpieza y de cuidado personal el principal ingrediente es agua. Sólo con transportar el ingrediente activo (y después añadirle el agua en el destino, o en tu misma casa) se ahorraría de 85%-95% del coste del transporte. Entre el envasado y el transporte supondría una reducción del 80%-85% en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Esto también se podría aplicar a las bebidas, como ya están haciendo Sodastream and MiO.
Cada año se producen 330 billones de bolsas de plástico tipo camiseta. Con sólo cobrar por las bolsas podría reducir su uso hasta en un 80%-95%, como se ha demostrado en algunos países. La alternativa está clara en este caso, el uso de bolsas reutilizables.
En los restaurantes y cafeterías utilizar dispensadores rellenables en lugar de paquetes individuales, como por ejemplo para el ketchup y la mostaza, podría además dejar de desechar un montón de plásticos pequeños de los que no se reciclan.
Hay muchísimas más formas de reusar que no son tan habituales. Por poner algunos ejemplos ,en el transporte de mercancías se suele realizar en pallets que se estabilizan con film de plástico. Hay compañías como Reusawraps que ofrecen alternativas reutilizables al film. Y otras compañías como Loadhogilds tienen alternativas reutilizables para el transporte de mercancías.
En Repack facilitan embalaje reutilizable para pedidos de comercio online. Los paquetes llegan con una pegatina para poder enviarlos de vuelta sin coste alguno y que se puedan seguir reutilizando.
Las posibilidades son infinitas cuando se habla de resuar. A nosotros un 20% nos parece poco, creemos que se le puede ir mucho más allá.
3.- Con mejoras en el diseño el restante 50% del plástico se podría aprovechar.
Los plásticos de colores y oscuros tienen mucho menos valor como materiales reciclados que los transparentes o claros. También muchos aditivos que se añaden al plástico tienen un efecto negativo en el reciclaje.
No hay necesidad de utilizar aditivos que dificulten el reciclaje, ni tampoco de utilizar plásticos oscuros no reciclados. Pero si se utilizan que por lo menos provengan de de materiales reciclados que nadie quiere por su color.
En lo que más se insiste en todo el informe en la importancia de rediseño de los envases. Lo que está ocurriendo en la actualidad no tiene sentido, hay infinidad de envases en el mercado que no tienen posibilidad de ser reciclados, que van a acabar en el vertedero o siendo incinerados.
No debería entrar en el mercado ningún producto que no se supiera con seguridad que pueda ser reciclado (y esto lo decimos sin ser fans del reciclaje). El diseño de los envases debería orientarse en primer lugar a que sean lo más sostenibles posibles, después deberían entrar otros valores como la estética y la economía. Las posibilidades son infinitas, la sostenibilidad no está reñida con la estética. Se puede sostenible e innovador.
Con lo que nos queremos quedar es con que sí hay soluciones, sólo es necesario tener ganas de implantarlas. Sólo esperamos que los más de 40 líderes de la industria que han aprobado este plan de acción (compañías como Coca-Cola, Danone, Pepsi, Nestlé, Carrefour, L’oréal o PepsiCo) se den cuenta de esto.
Todas las ilustraciones están sacadas del informe New plastic economy: Catalysing action de la Fundación Ellen MacArthur.
4 comentarios
Buenas,
¿Estos datos siguen siendo reales a día de hoy? Es decir, ya podemos reciclar muchos productos que antes no se podían reciclar? O seguimos igual? Gracias
Hola Sonia,
La cosa sigue igual en líneas generales. Tres años a nivel de industria no es mucho. La solución es cambiar el diseño de los envases porque a nivel de reciclaje hay pocas mejoras.
Un abrazo.
Hola, por que el Poliestireno se tiende a eliminar si es un material recicable?
Hola Gaston,
El poliestireno es casi todo aire y no merece la pena reciclarlo.