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¿Por qué vivir sin plástico?

por Vivir sin plástico
Por qué intentar vivir sin plastico

¿Por qué vivir sin plástico? ¿Qué tiene de malo el plástico? En Internet puedes encontrar mucha información sobre por qué evitar el plástico y no queremos repetirla, pero sí queremos compartir contigo los motivos que nos impulsaron a dejar de comprar productos envasados el plástico. Sólo después de tomar esta decisión, comenzamos a encontrar por el camino muchas más razones (que nunca nos habíamos planteado) que día a día nos van confirmando que tomamos la decisión adecuada. Los motivos principales fueron:

1. Reducir nuestros desechos. Está fue la principal razón. Estábamos cansados de ver como acumulábamos plásticos para tirar y nos sentíamos fatal. Una de las gotas que colmó el vaso fue una ensalada de esas preparadas que Fer compró un día por comodidad en un supermercado cerca del trabajo. Venía en un envase grande de plástico transparente que además hacía de plato, dentro venía otra bandeja de plástico con diferentes compartimentos separados para cada ingrediente, cerrada con otro plástico en forma de película. La salsa también venía en un sobre de plástico. Y además traía un tenedor… ¿adivinas de qué material? Ver la cantidad de residuos que generó para comer 200 gramos de ensalada le hizo pensar en el sinsentido de todo esto.

Lo curioso es que desde que empezamos a reducir el plástico hemos reducido considerablemente el resto de residuos que generamos. El simple hecho de ser más conscientes de nuestra forma de consumir productos envasados en plástico, nos ha hecho más conscientes de nuestra forma de consumir en general. Nuestra bolsa de basura se ha ido reduciendo poco a poco y nosotros hemos sido los primeros en sorprendernos.

Por qué vivir sin plástico2. El reciclaje del plástico resulta muy complicado. Hay tantos tipos que nos resultaba muy difícil saber cuáles se podían reciclar y cuáles no. Poníamos todo tipo de plásticos en el contenedor de reciclaje aunque teníamos la sensación de que la gran mayoría no los iban a reciclar.

Y resulta que no estábamos tan confundidos. Casi todos los plásticos llevan un código (del 1 al 7) para identificar de qué tipo son. Dependiendo de este código, tienen más o menos posibilidades de reciclarse. Por ejemplo, los que tienen el código 7 directamente no se reciclan porque no se sabe cuál es su composición exacta. Por seguridad alimentaria, los números 2, 3, 5 y 6 no se pueden reciclar para obtener nuevos envases de comida y, en España, el número 1, PET, se puede utilizar para botellas de agua y de refrescos siempre que el envase contenga un mínimo de un 50% de plástico no reciclado. Por lo que, de todos los envases de plástico de productos alimenticios que ves en el supermercado, ninguno proviene de plástico reciclado 100%. En el mejor de los casos, las botellas de agua y refrescos pueden tener un 50% de materia reciclada.

¿No te parece muy fuerte todo esto? Aunque se pudiera reciclar y reutilizar todo el plástico que producimos, tendríamos que seguir produciendo más y más para que sirviese para utilizarlo en  envases de comida y botellas.

Según el informe de Ecologistas en Acción, Desengancharse del plástico, en el 2013, en España sólo tiramos al contenedor de reciclaje un 20% del plástico que consumimos y, de todo ese plástico, sólo se recicló el 28% (el 55% acabó en un vertedero).

¿Y qué se hace con ese 28%? Normalmente se producen productos de peor calidad (como madera plástica, o fibras textiles) que no van a poder reciclarse de nuevo, por lo que a este proceso se le llama downcycle. Además, justo esta semana leíamos que al lavar ropa de fibra sintética ésta desprende microfibras que llegan al océano dañando los animales marinos, por lo que tampoco es una buena opción. Así que, en la medida de lo posible, lo mejor sería utilizar tejidos naturales.

Gran parte de este plástico que tiramos a los contenedores puede acabar en países como China. Los barcos que llegan a Europa y EEUU cargados de productos baratos, suelen volver llenos del plástico que no queremos reciclar para que lo hagan allí con mano de obra barata y, como además el proceso de reciclado es muy contaminante, nos quitamos otro problema de encima.

3. Los gran mayoría de los plásticos no se biodegradan. Hace unas semanas hablábamos de los plásticos biodegradables y sobre el porqué no son la solución. Te recomendamos que consultes esta entrada, pero de manera resumida te diremos que, aunque los bioplásticos se pueden llegar a biodegradar en las condiciones óptimas, estas condiciones rara vez se dan y la gran mayoría del plástico se descompone en partículas cada vez más pequeñas, sin sufrir ningún cambio en su composición química, creando los llamados microplásticos. Este proceso continúa hasta llegar a nivel molecular.

Por lo que, si quitamos los plásticos que se ha incinerado (con la cantidad de tóxicos que genera en el medio ambiente), y los bioplásticos que se hayan compostado correctamente, se puede decir que todo el plástico que se ha producido a lo largo de la historia todavía está sigue nosotros.

Por qué vivir sin plástico4. La basura marina. Nos encanta el mar y cada vez que vamos a la playa nos desespera ver tanta basura. Nos causa un sentimiento de impotencia que es difícil de explicar y, aunque sólo fuese por este motivo, ya merecería la pena evitar el plástico.

Se calcula que cada año 8 millones de toneladas de plástico van al mar. Según Jenna Jambeck, la coautora de un estudio para la revista Science , 8 millones de toneladas de plástico es el equivalente a poner 5 bolsas de la compra llenas de plásticos cada 30 centímetros a lo largo de todas las costas del planeta. Cuesta hasta creerlo. Y se estima que las cifras van a seguir aumentando.

Estos plásticos producen la muerte a muchas aves y animales marinos, como indican en ecologistas en acción. «Según una revisión bibliográca realizada por Gall y Thompson, en base a 340 publicaciones cientícas, todas las especies de tortugas marinas conocidas, el 54 % de los mamíferos marinos y el 56% de las aves marinas y menos del 1 % de los peces, están afectados por el enredamiento o ingestión de plástico. Además, observan que un 17 % de especies que se enredan en la basura o que ingieren plástico, están clasicadas como especies vulnerables, en peligro o próximas a la extinción»

Además, los microplásticos se filtran a los peces a través de sus branquias o los ingieren al confundirlos con comida.

Las corrientes oceánicas y los vientos hacen que muchos de estos plásticos se concentren en ciertos puntos del océano que se llaman giros. Hay cinco giros, el más grande es el del Pacífico Norte (también llamado isla de basurasopa de plástico o séptimo continente), donde hay un basurero de plástico flotante del que no se sabe a ciencia cierta su tamaño pero que se estima que puede superar el de Estados Unidos. A pesar de lo que pueda parecer, no son zonas que sean fácilmente visibles porque muchas partículas de plástico son demasiado pequeñas como para que se vean a simple vista. Sobre este tema, te recomendamos que veas la famosa charla del Capitan Charles Moore en Ted.

«La sociedad de lo desechable no puede ser contenida, se ha convertido en algo global. Simplemente no somos capaces de almacenar o reciclar toda nuestra basura» Capitan Charles Moore.

5. La mayoría de los plásticos son derivados del petróleo. Y por último no tiene ninguna lógica el utilizar sustancias que han tardado en crearse millones de años y se están agotando, (además de ser causa de muchas guerras) para crear productos de usar y tirar, que pueden ser sustituidos muy fácilmente por una alternativa más sostenible.

“Tomamos sustancias naturales creadas a lo largo de millones de años, las convertimos en productos diseñados para un uso de unos pocos minutos y después se las devolvemos al planeta en forma de basura concebida para que no desaparezca jamás” Susan Freinkel.

Hay muchos más motivos para reducir el uso del plástico, como es el caso de la toxicidad y las repercusiones que pueden tener en nuestra salud pero éstos fueron los que nos hicieron dar el primer paso para comenzar a vivir sin plástico.

¿Y tú? ¿Tienes algún otro motivo en particular que te llevó a preocuparte por el uso del plástico?

¡Comparte para que llegue a más gente!

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8 comentarios

Virginia 18 enero, 2016 - 6:57

Hola! Coincido con todos los motivos que los llevaron a ustedes a tomar la decisión de vivir sin plástico! A mi me preocupa, además de lo que ustedes mencionan, la contaminación visual de paisajes, en mi pais la gente tira basura y plastico por toooooodoos lados , la situación es cada vez peor, los arboles tienen bolsitas plasticas enganchadas en sus ramas, los areneros de los parques donde juegan los niños estan plagados de microplasticos , el cesped tambien , los residuos plasticos al ser imoermeables tapan los desagües pluviales provocando inundaciones, también impermiabilizan lechos de ríos y de suelos de bosques ( ayudando a las inundaciones también). Si se me ocurren mas motivos, pasaré a escribirlos luego, que seguro los hay! Muchos cariños! Virginia

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Vivir sin plástico 18 enero, 2016 - 19:14

¡Hola Virginia!

Nos ocurre lo mismo, en cuanto sales de casa empiezas a ver plásticos por todos los lados. Muchas veces pensamos que es obsesión nuestra, pero no, es la realidad. Nos desespera ver cuando la gente coge bolsas para todo, hasta para llevar un sándwich y que según salgan de la tienda, la tiren la papelera (con suerte). Hay tanto plástico en nuestras vidas diarias que es normal verlo en cualquier sitio ¡con lo feo que es!

Lo que nunca habíamos pensado es que impermeabilizan los lechos de ríos y de suelos de bosques… Otro motivo más a tener en cuenta.

¡Muchas gracias por tu aportación y muchos cariños para ti también!

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Estela 9 febrero, 2017 - 17:41

Yo empecé a reducir plásticos, especialmente en la cocina, cuando una amiga nutricionista me comentó que algunos de mis problemas de salud podrían estar agravados por ellos. Me habló de los ‘disruptores endocrinos’ y después de leer sobre ellos, nuestra cocina está casi libre de plásticos. Con el resto de la casa vamos poco a poco pero creo que esto ya no lo paramos!

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Vivir sin plástico 11 febrero, 2017 - 11:58

Hola Estela,

Conocemos a gente a la que le han recomendado eliminar el plástico por temas de salud. La verdad es que todo está conectado.

Poco a poco verás como acabáis arrasando con el plástico del resto de la casa ;)

¡Un abrazo!

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carmen sánchez 27 diciembre, 2017 - 20:57

Llevo tiempo tomando conciencia del peligro del plástico y lo nocivo que es para nuestra salud y la del planeta en general. Siempre lo he ido aplazando por la vagancia de buscar alternativas y la vergüenza de que me miren como un bicho raro por no querer bolsas de plástico. Hoy por fin he tomado la decisión, he ido a la compra y he dicho «no quiero bolsa de plástico por favor» y he vuelto a mi casa con la compra necesaria, con una gran satisfacción y con 3 bolsas de plástico menos que tirar a la basura , sé que sólo es un pequeño paso pero…. en mi comunidad somos 207 vecinos si cada uno de ellos hoy ha dicho «no quiero bolsa de plástico por favor» son 627 bolsas de plástico que no llegarán a la basura y si lo multiplicamos por las miles de comunidades que hay en una ciudad como Zaragoza me da mucho que pensar porque el paso ya no me parece tan pequeño.
Gracias a páginas como ésta cada vez somos más las personas concienciadas.

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Vivir sin plástico 29 diciembre, 2017 - 21:04

¡Hola Carmen!

Qué bien que hayas tomado la decisión, y ¡qué bien lo explicas! 3 bolsas menos puede parecer poco, pero si muchas personas más dejasen de utilizar esas tres bolsas la cosa cambiaría. A veces no nos damos cuenta de que muchos de los problemas medioambientales de la sociedad se deben a la repetición de una misma acción por una gran parte de la población. Nuestras pequeñas acciones tienen mucha importancia, para un lado de la balanza u otro. Podemos ser parte del problema, o parte de la solución. Sólo tenemos que saber de qué parte queremos estar.

¡Muchas gracias!

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Marti 25 mayo, 2020 - 0:55

Hola Patricia y Fernando, me alegra haber encontrado vuestro blog. Sí, es preocupante el ritmo al que generamos tantos desechos y plásticos. Hace tiempo que soy conciente de que tengo una responsabilidad y por ello hago mis pequeñas acciones y concienciado a los de mi alrededor. Me niego a comprar productos que podrían venderse a granel, como por ejemplo frutas y verduras. Creo que si los consumidores mostramos cada vez más rechazo a comprar este tipo de productos, podemos influir en los que proporcionan productos en este formato. sobre todo las cadenas de grandes supermecados y de comida rápida Es necesario concienciar a la gente y vuestra labor es muy importante. Por ahora, correré la voz sobre vuestro libro y el blog. Muchas gracias

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Vivir sin plástico 29 mayo, 2020 - 15:44

¡Hola Marti!

Está claro que además de hacer nuestra parte, reclamar a las empresas que hagan la suya es esencial.

Mil gracias por tus palabras.

¡Un abrazo!

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