Lo bueno que tiene no saber mucho sobre un tema es investigar y descubrir fácilmente personajes interesantes, como Sylvia Earle, afectuosamente conocida como «la reina de las profundidades». Sylvia es una oceanógrafa, científica y activista que lleva desde los años sesenta investigando el mar y su relación directa con la vida en el planeta.
Su pasión por el océano viene desde la infancia «Mi patio trasero era el Golfo de México. Ahí fue donde me enamoré del océano. Podía verlo, oírlo, olerlo, tocarlo…” A sus ochenta años lleva más siete mil horas de inmersión y si tiene algo claro es que «sin océano, no hay vida; sin océano, no existimos».
Su misión es «tratar de dar conocer al mundo lo que está ocurriendo en nuestros océanos, porque tras el conocimiento viene la concienciación. Puede que no te importe, aunque sepas lo que ocurre, pero no te puede importar si no lo sabes.»
Os dejamos tres videos suyos, aunque en la red podéis encontrar muchos más. El primero es el que nos atañe directamente, cómo el plástico es una de las principales amenazas de los océanos. Está en inglés pero hemos dejado abajo la traducción de lo que nos ha parecido más interesante.
Nosotros, los humanos, dependemos del océano como cualquier delfín o arrecife de coral porque sin el océano la vida en la tierra no podría existir.
Hemos tratado el océano como un lugar donde arrojar cosas, donde desechar lo que no queremos cerca de donde vivimos, pero la verdad es que el planeta entero es el lugar donde vivimos.
Tras la cantidad de plástico que he visto una cosa está clara: el plástico es una bendición pero al mismo tiempo es una maldición. Nadie sabe cuánto plástico hay acumulado en el océano desde que la primera bolsa, el primer tapón, el primer trozo fueron tirados. Pero hay una cosa evidente: se ha acumulado más a medida que ha ido pasando el tiempo, porque nos hemos convertido en adictos al plástico y lo usamos a menudo una sola vez: un tenedor, una taza, un plato… y después se tiran. Pero la mayoría de ellos siguen ahí.
Los materiales de plástico son maravillosos porque son muy duraderos y al mismo tiempo son terribles porque son muy duraderos. No desaparecen, se rompen en trozos cada vez más pequeños hasta un tamaño molecular y en el camino lo va consumiendo toda la vida salvaje del océano. Intenta imaginar cuántas criaturas han muerto en el océano por sobredosis de plástico.
Una ballena varó en la costa de California hace unos años y llevaba 100 libras (unos 45 kg.) en su estómago y nadie se preguntó de qué había muerto porque era obvio, su cuerpo había atascado llevándola a la muerte.
Hemos llegado a un momento, en un periodo de tiempo muy corto, en el que hemos transformado la naturaleza del océano metiendo materiales sintéticos en el sistema que nos mantiene con vida.
En 2009 dio una charla en TEDGlobal, (si no lo conocéis os animamos a que os sumerjáis en su web porque es una fuente de conocimiento inagotable) donde le dieron el premio a la mejor conferencia de ese año. Aquí podéis verla subtitulada.
El poeta Auden dijo: «Muchos han vivido sin amor. Ninguno sin agua». El 97% del agua de la Tierra es océano; si no hay azul, no hay verde. Si ustedes creen que el océano no es importante, imagínense a la Tierra sin él. Marte me viene a la mente… Si no hay océano, no hay sistema de soporte de vida.
Y, por último, os dejamos el trailer del documental Mission Blue, con el que intenta conseguir protección oficial de áreas marinas, como los parques nacionales terrestres.
Fue la primera mujer presidenta de NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica) y tras una reunión le permitieron volver. «Creo que debo de renunciar al puesto, y como ciudadana hacer lo que tenga que hacer con mayor libertad».
Y, para terminar, os dejamos una sus frases que más nos llega:
Con cada gota de agua que tomas, cada vez que respiras, estás conectado al mar. No importa dónde vivas en el planeta.
¿No es maravillosa?