Y, por segunda semana consecutiva podemos decir que… ¡no tenemos nada de plástico!
¡Estamos contentísimos!, aunque no nos podemos fiar, porque últimamente hemos comprado sin darnos cuenta algunas cosas que tienen algo de plástico y que no tardarán en salir. Aún así, ya nos sentimos preparados comenzar a hacer recuentos mensuales en vez de semanales. Nos da la sensación de que nos hemos hecho un poco mayores, ¡ya somos adolescentes en el uso del plástico!
Además, esta semana incluso se podría decir que hasta tenemos un recuento «negativo», porque además de no haber generado ningún residuo plástico, hemos estado en la playa y cada día hemos recogido un montón de plásticos que vagaban por la arena. Al ser fuera de temporada esperábamos encontrar la playa limpia, pero nos encontramos con todo lo contrario. Estaba más sucia que nunca. Creemos que se debe a las tormentas de la semana anterior, que ayudaron a que el océano vomitase un poco del plástico que tenía (y sigue teniendo) en su interior. Menos mal, por lo menos de vez en cuando le dejan vomitar al pobre.
Nos ha entristecido muchísimo ver la playa así, por lo que hemos intentado aportar nuestro granito de arena y dejarla un poquito más limpia de lo que estaba.
Hemos hecho algún «estudio científico», como comprobar cuánto plástico podíamos recoger en cinco minutos. Elegimos una zona que no estaba muy lejos de un contenedor, porque en otras ocasiones habíamos cargado con la basura durante 20 o 30 minutos y resulta agotador, pero tenemos que decir que había sitios donde en cinco minutos hubiéremos sacado el triple de basura (o más). Éste es el resultado de nuestro «experimento».
Como la última vez que estuvimos, también hemos hecho «arte» con los plásticos más pequeños que nos encontramos. Y es curioso porque piensas, «¡mañana hacemos un pez espada!… pero ¿de dónde vamos a sacar la espada?» De la playa, ¡encontramos 3!, dos fluorescentes y un aparato limpiacristales… No hay problema, busques lo que busques la playa te proveerá.
Y este último es un vídeo que hicimos, con mucha tranquilidad, en 10 minutos. Ésta vez sólo recogía Fer porque Patri hacía las fotos pero es bastante esclarecedor de cómo estaba la playa.
No podemos controlar que la gente tire cosas a la playa, que el reciclaje no se haga correctamente, ni que el océano escupa basura a la playa, pero lo que sí podemos hacer es dejar la playa un poquito más limpia de como la encontramos, porque como dice una nueva amiga nuestra «cada trozo que recogemos es un plástico que no acabará en el estómago de un albatros, una tortuga o una ballena».
¡Feliz semana!